«En los Pinos están por decidir si invitan a cenar con motivo del día del Grito… o si nomás avisan que este año no habrá ni agua de horchata para brindar. Están analizando sólo hacer el actor protocolario y reducir la lista de invitados… algo así como un «gritas y te vas». Más allá de mandar un mensaje de austeridad, en la Presidencia están viendo que el fantasma de Ayotzinapa ronda con mayor fuerza en estos días. Además de que ya van dos años de que los invitados acaban empapados por aguaceros y que el presidente Enrique Peña lo ha dejado cenando para atender una emergencia climática. y así de aguado, ni el pozole». Lo comentan en «Templo Mayor» de Reforma.