Desde que el gobierno de Fidel Herrera inició el proyecto, con el actual mandatario Duarte de Ochoa en la subsecretaria de finanzas, Juan Manuel del Castillo, segundo de abordo en SEFIPLAN y hombre de todas las confianzas en el manejo de la lana, se desempeñaba como secretario particular. Era pues Del Castillo el que atendía la gente, sobre todo a los de Córdoba.
Durante la campaña a diputado federal del también su amigo, Vicente Benítez, actual oficial mayor de la SEV, era el hombre fuerte del dinero, pero fue Juan Manuel del Castillo, el tipo que conciliaba y atendía a la gran mayoría de los votantes del distrito, en ese momento ya se perfilaba para en el futuro aspirar a lo que hoy pretende, ser diputado local y navegar con luz propia.
Efectivamente, Vicente Benítez, también querendón y que en honor a la verdad ha logrado tener presencia en San Andrés Tuxtla; Gabriel Deantes Ramos, el más incómodo de los prospectos y Juan Manuel del Castillo, virtual candidato a la local por Córdoba del que podríamos decir que es el más posicionado y el que más le ha trabajado, fueron los que manejaron en su momento la campaña de Javier Duarte, de ahí se unió el cumulo de favorecidos en este sexenio.
Junto con Alberto Silva, que mandó Fidel Herrera a contender por Tuxpan a la alcaldía, son los colaboradores que con aciertos, errores y horrores (caso de Antes), el gobernador Duarte, se la ha jugado y en esa misma tónica aparte de que le sirvan para la posguerra, los trata de impulsar fuertemente a una curul local.
Es cierto, Juan Manuel del Catillo es por el momento en Córdoba, el aspirante más posicionado a la candidatura a la próxima legislatura estatal, tiene trabajada la plaza y conoce perfectamente el distrito.
Sin embargo, Del Castillo, en los últimos dos años, ante la falta de recursos y las presiones políticas mostró cierto alejamiento y bajo considerablemente la deferencia a los cordobeses, algunos señalan que no vive su mismo nivel de empatía, lo que lo hace más vulnerable en las urnas electorales, sin embargo, sigue siendo el viable más reconocido.
También se menciona, que viene del Castillo a Córdoba y su staf de colaboradores lo ocultan y lo quitan de un buen baño de pueblo, argumentando su gente que todos van a pedir dinero, cuando todos saben que el dinero es lo que no hay en finanzas y la mayoría solo quieren saludar a quien ha tenido buenos gestos con muchos cordobeses y de la región.
El pasado viernes, Juan Manuel del Castillo llegó a la cabecera municipal de Amatlán de los Reyes, en un evento de protección civil, acto donde pocos se enteraron y lo que más necesita ahorita el subsecretario es rodearse de toda la gente posible.
No hay duda, el también exsecretario particular es el aspirante con más puntos a favor, pero en este momento el abanico lo debe abrir y eliminar los excesos de confianza, tomando en cuenta con la experiencia de hace unos años, que el distrito de Córdoba, con todo y la redistritación, será siempre hueso duro de roer para el revolucionario institucional, más en este momento, que aunque se diga misa el PAN está gobernando en palacio municipal de la cabecera distrital.
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