«El mayor activo de Margarita Zavala es su carisma y sensibilidad que le dieron, desde que vivió en Los Pinos, una imagen de sencillez y discreción que sedujo no sólo a los medios sino a buena parte de la sociedad, harta de la frivolidad y el protagonismo que Martha Sahagún desplegó en los seis años que cogobernó con su esposo con más errores que aciertos. Esta fascinación que Margarita ejerce en un sector de los medios, sumada a su condición de género, a un discurso articulado y a la estrategia del ex-presidente, han hecho que el apellido Zavala figure ya como uno de los mejor posicionados rumbo a la sucesión presidencial, rebasando a otros aspirantes que llevaban ventaja, como Rafael Moreno Valle y Gustavo Madero. Además ha colocado al panismo en una amenazante disyuntiva: o me hacen candidata o me les voy». Lo comenta Salvador García Soto en «El Universal» de Ealy Ortiz.