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Con información de Pixabay

1. Tu sudor huele

Hoy en día, la percepción general es que nuestro sudor huele y es lo que nos da nuestro olor corporal natural; sin embargo, esto es incorrecto, ya que el 99 por ciento de nuestro sudor se compone de agua, y es inodoro.

Las glándulas apocrinas, que se encuentran en las axilas, secretan sudor con un mayor contenido de proteínas, y algunas de estas proteínas tienen moléculas odorantes unidas a ellos. Las bacterias que viven en nuestras axilas descomponen las proteínas en nuestro sudor, liberando estas moléculas odorantes. Esta es la razón por la que a veces olemos muy desagradable.

2. Los baños públicos son un caldo de cultivo para las enfermedades

Si eres de los que odia entrar a los baños públicos porque crees que puedes enfermarte con sólo tocar el inodoro, déjanos aclarar algo: a pesar de q es cierto que una gran parte de estos baños están muy sucios y llenos de bacterias, es extremadamente raro que alguien coja una enfermedad al tocar el asiento con sus muslos. Los microbios no son tan rápidos para llegar a tu zona íntima… ¡Calma!

3. No se debe hidratar la piel grasa

Si tienes la piel grasa, posiblemente creas que debes alejarte de las cremas hidratantes; lo cierto, es que tal vez tu piel sea demasiado seca, por lo que tu cuerpo está tratando de producir naturalmente más aceite o grasa.

La piel grasa requiere hidratación, tanto como la piel seca. El uso de una crema hidratante ligera para la piel grasa frenará la producción de sebo en las glándulas de la piel.

4. Usar hilo dental o cepillarse los dientes demasiado, daña la dentadura

Si eres de los que no va al dentista porque cree que no necesita atención especializada, debes saber que la higiene oral es más importante que solo el hecho de cuidarse de las caries y la gingivitis.Tener una mala higiene bucal puede desarrollar enfermedades en el corazón y aumentar el riesgo de diabetes, osteoporosis y Alzheimer.

5. Bañarse todos los días

La ducha diaria es más una norma social, que una necesidad real. Ducharse de manera frecuente puede resecar la piel y el cabello, haciendo que pierdan sus aceites naturales y mates a las bacterias del sistema inmunológico de apoyo. Te recomendamos hacerlo un dia y un día, a menos de que realices alguna actividad en la que realmente requieras un buen baño.