Al pueblo lo hacen pobre e ignorante,
para que luego voten por quienes los hundieron en la pobreza y la ignorancia.

Legislar para para aproximarnos a la democracia deseable es una asignatura pendiente en el ámbito local. Las desigualdades en las contiendas electorales obligan a revisar el marco legal para generar equidad para todos. Existen algunos detalles en las elecciones que parecen asuntos menores pero no lo son, por el contrario impiden el desarrollo democrático por lo que se debe legislar para que las contiendas sean más parejas y menos injustas.
Tomando en cuenta que el transporte público es eso precisamente y el hecho de que el estado lo concesione a particulares no lo convierte en privado se debe legislar ya para prohibir la colocación de propaganda política en autobuses y taxis. Esta práctica que en los países desarrollados es ilegal en Veracruz es muy común y ha pervertido las campañas electorales en todos los sentidos, por un lado pone en ventaja a los partidos grandes que tienen más recursos y que sin el menor rubor rebasan los topes de campaña tapizando taxis y autobuses de propaganda, por otro lado el corporativismo obliga a poner a los conductores propaganda de un determinado partido y se niegan a colocar, aunque sea contratada, la propaganda de otros partidos; además es de todos conocido las cantidades de dinero ilegal que se mueve por el concepto de vales de gasolina y colocación de publicidad política amén de otras concesiones que otorga el partido en el poder, como el hacerse de la vista gorda ante unidades contaminantes, sin placas o irregulares prostituyendo el transporte público y contribuyendo a que siga siendo un servicio público de muy mala calidad como ocurre en todas las ciudades del estado incluyendo Xalapa. Es decir la transformación del transporte público pasa por su despolitización, incluso las autoridades de tránsito molestaban a los choferes que traían propaganda de algún partido de oposición y los obligaban a colocar propaganda del partido en el poder so pena de retirarles la concesión y a este juego perverso se prestaron los líderes transportistas que se comportan como verdaderos delincuentes al servicio del Estado.
¿Es legal y aceptable que los transportistas saquen raja económica o política de esta desleal práctica? Por supuesto que no, la consecuencia de esto es que la contienda electoral se torna dispareja y fomenta el transporte público de mala calidad sumiéndolo en el círculo vicioso que impide su modernización y afecta la movilidad urbana de manera considerable, por lo tanto se deben hacer leyes que prohíban y castiguen la colocación de todo tipo de propaganda política en el transporte que es público y se debe regular la demás propaganda comercial como se hace en cualquier otra sociedad civilizada.
En la campaña pasada vimos como de manera abusiva el partido en el poder colocó su propaganda política en la infraestructura urbana, puentes, puentes peatonales, postes, incluso en inmuebles utilizados y pagados por el gobierno, esta práctica es injusta, ilegal y genera desigualdad en la contienda y por tanto se deben construir desde el Congreso de Veracruz leyes que prohíban estas prácticas y las castiguen de tal forma que se puedan fincar responsabilidades a la autoridad municipal, estatal o federal a cargo de esa infraestructura que es propiedad de todos y que no debe ser utilizada para ningún fin político.
En Xalapa se vivieron casos muy graves en donde los delincuentes electorales que se dicen “operadores políticos” del partido en el gobierno y del ayuntamiento ofrecieron concesiones de taxis, terrenos en el Tronconal y cheques hasta por 10 mil pesos de un programa federal a fondo perdido, entrega de despensas, electrodomésticos y hasta kilos de tortilla a cambio de votos, el hecho quedó debidamente documentado en la prensa, en videos, en denuncias ciudadanas y estos operadores en colonias están plenamente identificados y sin embargo el OPLE y la FEPADE no solo no actuaron sino que solaparon estas y otras prácticas delincuenciales que dañan severamente la democracia y la voluntad popular, por ello es necesario cambiar también las leyes electorales para que en flagrancia cualquier autoridad y la policía misma pueda actuar y encarcelar tanto a éstos delincuentes electorales como a las autoridades municipales, estatales o federales que ordenen hacer esto y lo alienten, así como a los funcionarios del OPLE y FEPADE que no actúan de manera inmediata ante estos hechos, se deben hacer leyes que simplifiquen los procedimientos y castiguen con fuerza cualquier delito electoral.
Solo mencioné tres rubros de la perversión electoral que se vive, pero hay muchas otras cosas que deben ser revisadas a profundidad por los diputados que pronto entrarán en funciones, la pobreza, la violencia, la corrupción y muchos de los problemas sociales que padecemos en Veracruz encuentran su origen en las elecciones plagadas de irregularidades, delitos y lodo, estas prácticas en nada contribuyen al desarrollo social, humano y económico de nuestro estado; el verdadero progreso de un pueblo pasa por la educación efectiva que implica también la educación política pues un pueblo de ignorantes es muy fácil de manipular por gobiernos autoritarios o populistas y pasa también por el fortalecimiento real y eficaz de la democracia, ahí está una modesta aportación personal para ello y espero que los diputados entrantes se pongan las pilas y asuman su compromiso social de hacer leyes que acaben con las malas prácticas que tanto nos dañan como sociedad.
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