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El Financiero

“Todos los vehículos del Grupo Volkswagen que se comercializan actualmente, y que se vendieron en el pasado en el mercado mexicano, cumplen con los valores requeridos en la normatividad vigente en materia ambiental”, respondió la empresa en un correo enviado a EL FINANCIERO.

Algunos de los modelos sancionados en Estados Unidos son los mismos que se vendieron en México; sin embargo, como la Profepa no ha emitido desde enero una resolución sobre el incumplimiento, como lo prometió, no hay compensación para los clientes en el país. EL FINANCIERO buscó a la dependencia pero al cierre de la edición impresa no hubo respuesta.

El año pasado, los autos diésel con motor TDI fueron denunciados por la Universidad de Virginia al descubrir que tenían un software que eludía las pruebas que realizaban las autoridades, iniciando un proceso de oficio, el cual también se replicó en países como Alemania, Corea del Sur y México, entre otros. En septiembre de 2015, la compañía reportó que en México comercializó 32 mil autos de motor diésel con tecnología TDI de 2009 al mes de agosto de 2015, incluyendo ocho modelos.

Estos fueron el Transporter 2.0, Amarok 2.0, Vento 1.5/1.6, Jetta Generación cuatro (Clásico) 2.0, Bora 2.0, Nuevo Jetta Generación seis 2.0, Audi Q3 2.0 (hasta el modelo 2015) y el Audi A4 2.0.

En Estados Unidos, con base en las condiciones del acuerdo judicial dadas a conocer ayer en documentos presentados a la Corte Federal de San Francisco (en California), la armadora de origen alemán debe pagar más de 10 mil millones de dólares para recomprar o reparar los vehículos diésel modificados. También desembolsará a sus propietarios entre 5 mil 100 y 10 mil dólares por los perjuicios causados.