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Llega el verano y se repite la misma película. Nos cuesta una eternidad dormir y cuando lo conseguimos nos levantamos empapados en sudor, con las sábanas empapadas y sintiendo cierto malestar.

No sólo nos afecta el calor. El mayor número de horas de luz alteran los ritmos circadianos del organismo que ante la falta de descanso no puede hacer otra cosa que arrastrarse durante el día.

Aunque la batalla contra el calor y el sueño sea imposible de ganar, ahí os dejamos una serie de provechosos consejos que os ayudarán a conciliar el sueño y descansar durante estos meses de altas temperaturas:

Cena ligero. Las cenas excesivamente copiosas se convierten en una bomba de relojería para el estómago. Cuando se acerque la hora de dormir lo mejor es hacer una comida equilibrada y ligera.

Controla las bebidas estimulantes. El café, el té o las bebidas con alcohol se convierten en una inyección de estímulos nada recomendable cuando se aproxima la noche.

Hidrátate. La hidratación siempre es positiva para el organismo pero en los meses de especial calor hay que cuidarla con especial esmero.

Cuidado con el aire acondicionado. Puede parecer paradójico pero un exceso de uso del aire acondicionado nos puede estropear el sueño nocturno ya que puede provocar problemas de garganta, resfriados o contracturas musculares.

Usar técnicas de relajación. Baños, ejercicios de meditación o de respiración pausada pueden dar el resultado deseado y favorecer nuestro descanso.

Utilizar pijamas de algodón. Con este tejido se evita la sudoración excesiva. Aunque si te sobra, siempre puedes elegir por dormir más ‘sueltecito’.

Una ducha fría antes de dormir para combatir el calor.