Esta semana que pasó, coincidentemente se conmemoró el natalicio de dos de los más grandes y emblemáticos exponentes de la pintura de caballete de México: José María Velasco y Frida Kahlo –antepongo al pintor por estricto orden de aparición-. Ambos nacieron un 6 de julio, Velasco en 1840 en la población de Temascalcingo en el estado de México y Frida en 1907, en el barrio de Coyoacán de la hoy ciudad de México. Qué se puede decir de estos ‘monstruos’ universales de la pintura mexicana que no se haya dicho ya, si acaso que cuando vaya usted a la ciudad de Orizaba no deje de visitar el gran, pero de veras gran Museo de Arte del Estado de Veracruz (ex oratorio de San Felipe Neri), ahí encontrará algunas de las grandes obras monumentales del paisajista mexicano; por su parte, cuando se dé una vuelta por la CdMx, visite La Casa Azul en Coyoacán de la pintora más iconográfica de México y del universo, créamelo, no hay otra como ella en el mundo, ni siquiera alguna que se le acerque tantito. Ya habrá espacio para referirnos a su obra como estas dos figuras del arte se merecen. Y ayer se celebró el Día Mundial del Rock, y quizá lo primero que usted se preguntará: ¿es tan importante esta corriente musical como para dedicarle un día y celebrar al multi género?, pues la respuesta desde mi humilde punto de vista es que sí, por supuesto, el rock transformó a todo lo que conocíamos antes como música a partir de su surgimiento. ¿Exagero?, no, por supuesto que no estoy exagerando. Sus raíces se remontan a los años 50, y como se dice en los buenos tintos para definirlos, tiene matices musicales que devienen de otros géneros como el rock and roll, el swing, el twist, el jazz, el country, el folk, el soul, el blues y el rhythm and blues, y sus padres por afinidad son muchos, desde Chuck Berry, Little Richard, Bill Halley, pasando por Jerry Lee Lewis, Roy Orbison y Ritchie Valens, hasta el mismo Elvis Presley, inclusive yo incluiría hasta al mismo Bob Dylan, que fue una gran influencia musical para los integrantes de un grupo que después sería conocido como The Beatles. Del rock podríamos decir muchas cosas más, solo agregaremos que el día conmemorativo surge a partir de un concierto musical en donde participaron grandes estrellas del género con el fin de recaudar fondos para luchar en contra de la epidemia del sida que amenazaba con extenderse por toda África en el año de 1985. Finalmente, para celebrar y rendir culto a este día les dejo a su consideración una de las más alucinantes y sicodélicas propuestas musicales de todos los tiempos, ‘Riders on the Storm’ (Jinetes en la tormenta), que en la voz del inmortal Jim Morrison y el acompañamiento barroco del no menos inmortal órgano eléctrico de Ray Manzarek, suena como un sonido surgido de las mismas tinieblas: https://www.youtube.com/watch?v=k9o78-f2mIM Lo escribe Marco Aurelio Gonzàlez Gama, directivo de este Portal..