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La Jornada

Paul Zaloom, el protagonista de El Mundo de Beakman, ofreció una conferencia de prensa con motivo de su participación en la 35 Feria Internacional del Libro del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en la que habló de su regreso al país, pero principalmente a esa institución.

Sin la bata verde y el cabello alborotado, el divulgador neoyorkino de la ciencia, comentó que a pesar de los años, sigue sorprendido por lo popular que es su show en México y Brasil.

Reflexionó que los niños hicieron de Beakman su amigo y gracias a ello se logró una conexión emocional. Sin embargo, aún no encuentra respuesta a la pasión que despertó entre mexicanos y brasileños.

En ese contexto, confesó que lo que más admira de Beakman y lo más importante de la relación entre actor y personaje es hacer reír a la gente. “Las cosas no tienen ningún éxito, si no se provoca felicidad y una sonrisa a las personas, porque así se vuelven perceptivas y abiertas”, dijo.

Agregó que le es “muy difícil diferenciar la línea que me divide de Beakman, hay momentos en que yo mismo no me reconozco, a veces en Nueva York estoy hablando de una manera extraña, como mi personaje, eso me pasó cuando hice los promocionales para venir a México en ocasiones mi voz era como de los sopranos y no de Beakman, es muy difícil identificar esa línea”.

Por otro lado, a pesar de la fama del show, Zaloom comentó que por cuestiones de derechos de autor no es posible continuar el programa en televisión, YouTube u otra plataforma digital, únicamente con espectáculos en vivo, como en la presentación de este viernes en la inauguración de la FIL del IPN.