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Dicen que la definición de locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados distintos. Constantemente nos quejamos de la educación en México, ¿pero realmente estamos tomando decisiones diferentes e innovadoras? Estoy segura que no. En realidad, copiamos un poco de lo que otros países intentaron años atrás y no funcionó, ¿Por qué habría de ser distinto en México? Planteamos reformas que se anuncian con bombo y platillo pero en realidad sólo han generado caos y estrés en la sociedad. Quizás deberíamos considerar lo que se está haciendo actualmente alrededor del mundo y que sí está funcionando.

Un ejemplo de ello es Finlandia, todos hemos escuchado de su sistema educativo y que se trata del mejor del mundo, ¿por qué? El cineasta y documentalista Michael Moore se hizo la misma pregunta y decidió recorrer gran parte de Europa para encontrar estas respuestas. Moore es famoso por documentales de los tópicos que más perturban a la sociedad de Estados Unidos como ha sido el capitalismo y las consecuencias del mismo, el sistema de salud y en su más reciente obra “¿Qué invadimos ahora?” hizo una búsqueda para analizar el sistema de educación.

No es casualidad que estando tan cerca del país norteamericano México se le parezca. Me atrevería a decir que los mismos problemas y dudas que el documentalista encontró en su Nación, son los que enfrentamos actualmente en la nuestra. México está en medio de su gran reforma educativa, mas la reforma ha sido señalada por expertos como administrativa y en realidad no resuelve los males que aquejan al sistema.

Aunque aún no he tenido la oportunidad de ver completo el documental de Moore, me bastaron unos minutos que circulan en internet sobre su investigación en Finlandia para entender que estamos fallando por completo a las nuevas generaciones y que lejos de apoyar un aprendizaje completo e integral estamos creando individuos frustrados e incapaces de comprender el entorno como deberían. La base de la educación en Finlandia es la felicidad, ahí el aprendizaje se da por medio de la exploración, la curiosidad y el descubrimiento, no se repite un patrón entre millones de personas como si todos fuesen robots pensantes y capaces de procesar la información de la misma forma.

¿Cuántas veces hemos contestado exámenes de opción múltiple? Nos preparamos para ello de la mejor forma para después olvidar todo el contenido, o ¿qué hay de las horas que se pasan haciendo tareas aún después de las horas de colegio? ¿Cuánto de lo aprendido como cantaleta es realmente útil en nuestras vidas? En algún punto Finlandia tuvo los mismos problemas, pero decidió verdaderamente invertir en la educación de su país y ahora se coloca incluso por encima de los Estados Unidos en materia educativa. Si algo puedo resaltar del documental de Moore o de los minutos que pude apreciar es lo siguiente:

  1. En Finlandia, no existen escuelas privadas, por lo que incluso quienes tienen dinero deben mandar a sus hijos a la escuela del barrio, por ende se preocupan de que la educación sea la mejor. Es decir, los padres están involucrados en este proceso y no existe la desigualdad en este rubro.
  2. Los niños crecen como amigos, por ende al tener un trabajo se preocupan unos por otros, no piensan en afectarse y aprovecharse de los que menos tienen. No sólo han logrado una mejoría en el sistema educativo sino también en la sociedad.
  3. Los maestros reciben una verdadera capacitación y todos cuentan con los materiales didácticos y herramientas necesarias para no estar en desventaja. Éste es uno de los puntos más controversiales en la actual reforma educativa de nuestro país, puesto que pretenden unificar la evaluación pero se olvidan de que no todos gozan de las mismas condiciones.

Estimado lector tanto si eres profesor como si no, te invito a ver este pequeño fragmento del documental, vale la pena aprender un poco de la cultura de otro lugar y cómo cambios estructurales están generando mejorías reales en su entorno educativo para así transformar de raíz a la sociedad. México tiene potencial, maestros que realmente tienen la vocación y el entusiasmo de forjar cada vez mejores seres humanos. Lo único necesario es el apoyo del resto de nosotros, la educación es de todos. Lograr el aprendizaje de nuestros niños no es tarea del gobierno, de las escuelas o de un profesor. Es una tarea conjunta y hemos de tomar la responsabilidad que nos corresponde. Retomemos la educación integral en la que trabajamos con el arte y la cultura sin limitar la inteligencia a una de sus vertientes.

Nos hemos olvidado que el aprendizaje real está detrás de experiencias y no de un cuaderno, que sólo aquello que te interesa y apasiona logra que le dediques más tiempo. La inteligencia y la creatividad se desarrollan disfrutando de aprender no siendo presos de las letras y los números como si sólo detrás de éstos estuviesen las herramientas del saber, en la vida realmente triunfan aquellos que pueden ir más allá de lo memorizado en el pizarrón.