Llega el quinto año del gobierno de Enrique Peña Nieto y, con éste, los tiempos de la sucesión. Para el Presidente de la República, toca la campanada para acomodar sus principales fichas (en el gabinete9 y enfilar a quienes habrán de disputar la candidatura presidencial. la del PRI, en este caso. Es éste, el quinto, el año- como han constatado cuantos mandatarios han llegado a Los Pinos y, sobre todo, los suspirantes que se han quedado en el camino- se declara una «guerra de baja intensidad» entre los precandidatos y sus equipos de apoyo. Aunque por cómo han pintado las últimas ocho semanas, esa «guerra» entre precandidatos no sólo se adelantó, sino que su intensidad sube que sube». Lo comenta Martha Anaya en «24 Horas».