En México el poder absoluto ya no existe, existió de los años 40’s a los 80´s, la dictadura perfecta como la describió el escritor Mario Vargas Llosa, el corporativismo funcionaba por la disciplina, con dirección de un ejecutivo sólido, fuerte y porque no decirlo totalitario, pero también daba al País, infraestructura, orden, autosuficiencia y progreso desde Lázaro Cárdenas- Ávila Camacho hasta Díaz Ordaz; México tuvo estabilidad económica. Luís Echeverría a pesar de aciertos en política de Salud, Turismo y Diplomacia, abrió la importación impactando l desplazamiento masivo y gradual de la comunidad rural productiva a la urbana consumidora, designa como sucesor, a José López Portillo su soberbia sobre el peso causó una grave inflación, Don Miguel de la Madrid más ecuánime enfrentó el sismo del 85 con un México Unido, tuvo los reflectores del Mundo con la Copa de Fútbol México 86, sin embargo al firmar el GAT condenó a los grandes ganaderos Mexicanos a un futuro incierto, el 88 lo Ganó el PRD la alianza de Cárdenas con Muñoz Ledo un ideólogo, un pensador, pero el Sistema dejó al Lic. Carlos Salinas de Gortari fue Estadista con Diplomacia de nivel, el Programa Solidaridad creó infraestructura, unidad y progreso, contaba política eficiente en Salud, políticas de prevención de Juventud y estímulo a los jóvenes valores, de Desarrollo Social, creación de vivienda, carreteras, EL País fuerte en 1992 con un Gabinete de Altura, Luis Donaldo, Silva Herzog Flores, Morales Lechuga, Jesús Kumate, Don Fernando, sin embargo al final del Sexenio se le fue el País al darle mucha decisiones a su hermano que en CONASUPO importó Leche y Ganado contaminado de Nueva Zelanda eliminando aranceles, Carlos Salinas permitió irregularidades en la investigación del asesinato de Luis Donaldo Colosio que significó el principió de la caída del Sistema y un TLC cuando México no estaba listo, no tuvieron los que le siguieron una visión de aprovecharlo como oportunidad, el Dr. Ernesto Zedillo enfrenta de entrada una Devaluación por la desleal fuga de información que tenía que ser reservada; lo cual impactó la salida masiva de capital al extranjero; se sostiene Zedillo en medio del Sexenio por su brillante preparación, pero al final hereda un FOBAPROA y vende Ferrocarriles. Desde ahí diversos Partidos tuvieron mayor espacios en todos los niveles, Acción Nacional-con Vicente Fox que representaba una Alternancia se la pasó con frases, paralelamente el PRD de Obrador en la ciudad de México tuvo obra, Calderón con capacidad en algunos temas, pero en su Sexenio se enfrentó más el País entre unos y otros, también a consecuencia de algunos Gobernadores traviesos, de nueva cuenta en el 2012 el PRI en alianza con el Verde Ecologista y por una red social gana con ventaja, concilió a los Partidos de entrada logrando acuerdos, pero hoy se percibe sin los resultados deseados en las Reformas, con secuencias como el despidos masivo que enfrentará próximamente PEMEX, como si fuera poco el corporativismo de hoy es una caricatura grotesca, está lejos de defender los derechos laborales, indisciplina, generan anarquía e intereses.

La sociedad ante los problemas graves de la corrupción, la violencia, la inflación y la falta de poder adquisitivo, se siente decepcionada de los Partidos políticos les ha faltado sensibilidad en tratar los temas en la agenda nacional, han hecho de la política en México un campo de batalla, un cuadrilátero de descalificaciones de unos contra otros, solo por ser de diferente color se olvidan que son hijos del mismo País, han dejado a un lado el interés colectivo, se olvidaron del bien común, su modelo es la frase de Maquiavelo “el fin justifica los medios”, que su idea era conforme al Estado en Italia, quienes lo aplican en práctica, es para buscar el poder por el poder, no para fortalecer el Estado y ese enfoque es él que le ha hecho mucho daño a México. Por lo tanto la teoría “el fin justifica los medios” ha sepultado el Estado Mexicano a finales del Siglo XX y los primeras décadas del Siglo XXI, Los Partidos PAN-PRD-PRI han propiciado cotos de poder e intereses, son los que han limitado que las reformas estructurales sean de esencia y con dirección social, las limitan al caer en negociaciones que generan desconfianza, por esas negociaciones hoy en México seguimos con una clase política “de los mismos, de los mismos; de los mismos”, y ahí siguen durante décadas, creando círculos viciosos que ven la realidad desde un escritorio lejos de lo que la ciudadanía vive.

Los ideólogos poco a poco, fueron desplazados, por tecnócratas que siguieron un modelo que ni el propio Estados Unidos aplicó, conocido Consenso de Washington fue acuñado en 1989 por el economista John Williamson con fórmulas relativamente específicas para los países en desarrollo azotados por la crisis, según las instituciones bajo la órbita de Washington DC como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, en este contexto México, paso de protagonista a víctima del laboratorio global, la tecnocracia que si es importante, reconocer, está preparada al sistematizar las famosas políticas públicas de las que tanto hablan, pero ha carecido de sensibilidad en la praxis social, México se percibe en el exterior al borde del caos, endeudados Municipios, los Estados y también la Federación por créditos internacionales que condicionan políticas durante las últimas décadas. Los actores políticos actuales, cuando se acerca un informe de Gobierno en los tres niveles o en las campañas, saludan al ciudadano, aparentan atender y escuchar, pasando el informe y la campaña se olvidan de quienes los eligieron, incluso alguno representantes populares jamás regresan a sus distritos, siguen en el mareo de los puestos, los consideran de su propiedad, actúan como grupos de poder. En Las Gubernaturas, los Municipios las tribunas del País han estado en un 80 por ciento, sin estadista, sin intelectuales, sin auténticos actores sociales, sin políticos finos que sabe tejer la negociación entre partes sin herir, sin perjudicar, sin ofender.

Los congresos del País merecen gente preparada y principalmente honrada, esa es la consciencia que debe despertar de los Propios Partidos, como su esencia en la constitución que deben ser organización de ciudadanos, que represente a los ciudadanos, Los partidos y actores políticos deben dejar la soberbia, comprender que la auténtica política es humana, que él ciudadano del siglo XXI cambió su forma de comprender y cuestionar su entorno, que vota, que castiga, que se comunica en la red social, que expone, que vigila, el político debe escuchar al ciudadano no evadirlo, razonar su responsabilidad no ignorarlo, dialogar no discutir, dar atención a la demanda social, es una actitud, es la manera de dar respuesta y buscar soluciones la que consolida la confianza, hacer un ejercicio diario, permanente y trascendente ¿qué pasaría si esos partidos políticos hoy cuestionados, criticados y debilitados, se respaldan los auténticos pensadores, de ideólogos y académicos ó los representantes con calidad humana de asociaciones civiles que gestionan y dan atención a los grandes temas?, su integración en los Partidos recuperaría confianza, incluso como asesores darían resultados, etc. Es en la sociedad donde existen demandas, inquietudes, necesidades, pero también están las experiencias más valiosas para fortalecer constructivamente al México que no se está yendo.