No se desgasten ni peleen entre sí, aspirantes a alcaldes en los 212 municipios: busquen a sus competidores, dialoguen, construyan acuerdos, formen una sola planilla y postúlense por un partido o como candidatos independientes.
Elaboren sus proyectos y propuestas con base en necesidades y demandas de los ciudadanos y sanseacabó. No necesitarán invertir millones y millones de pesos en propaganda o compra de votos como hasta ahora se ha malacostumbrado.
En Xalapa, hay varios ciudadanos deseosos de participar. Unos tienen lana suficiente para las campañas. Otros sólo poseen entusiasmo. A muchos lo que les sobran son voluntad y buenas ideas. Y no faltarán los ambiciosos de enriquecerse con dinero del pueblo. A éstos hay que cerrarles el paso.
Se ha mencionado a David Velasco Chedraui, Ricardo Ahued, Corintia Cruz Oregón, Renato Alarcón, José Luis Santiago López, Carlos García Méndez, Dalia Pérez y a muchos del PRI a pesar de que este partido está en la lona. Confían en recuperarse.
Y hay más: Atanasio García Durán, su hijo Cuitláhuac García o cualquier candidato que lance Morena podría ser alcalde.
También se habla de Cinthya Lobato, Eduardo Vega Yunes (el Tato), Nicanor Moreira, Justo Fernández, Hilario Barcelata, Carlos Luna Escudero, Uriel Flores, Iván Hernández, Juan Carlos Stivalet, Ernesto Aguilar Yarmuch, Mariano Borbolla, Rubén Ricaño Escobar, Abel Cuevas y otros respetables ciudadanos y ciudadanas que desempeñarían una extraordinaria labor al frente del ayuntamiento si se lo propusieran.
La lista es más larga. Si éstos y los que se agreguen por sí o interpósita persona, se sentaran a dialogar y por consenso decidieran quién va como alcalde y quiénes como síndico y regidores, conformarían una planilla invencible que haría historia en beneficio del municipio.
Además, si el número de xalapeños honorables y preparados que deseen participar es mayor, ahí están los cargos administrativos en el ayuntamiento para distribuirlos de acuerdo al perfil de cada quien.
Las elecciones son en junio del próximo año y pareciera que falta mucho para ello, dentro de 9 meses. Apenas estamos a tiempo.
Con una planilla fuerte, en la que se incluya a representantes de todos los estratos sociales, no habría gastos onerosos de campaña. La gente votaría gustosa sin importar el partido o si fuese independiente.
Además, sería un ejemplo de verdadera democracia.
Porque si cada quien jala para su santo, se escenificará violenta batalla campal de todos contra todos y la perdedora será la bella Xalapa. Veremos quiénes dicen: ¡Yo, nosotros le entramos!