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EFE

El legado que dejó al mundo el ex presidente de Israel, Shimon Peres, corrobora que el diálogo y la tolerancia pueden estar por encima de los agravios, expresó el presidente de México, Enrique Peña Nieto.

El mandatario mexicano, quien participa en los funerales del Premio Nobel de la Paz 1994 en el cementerio militar del Monte Herzl, en Jerusalén, aseguró que Peres fue uno de los fundadores de ese gran país y, a la vez, un personaje de talla universal.

El dos veces primer ministro de Israel falleció el pasado miércoles a los 93 años de edad, y a su funeral asisten más de 60 líderes mundiales.

Peña Nieto aclaró que su visita a Israel representa “un tributo a la vida de Shimon Peres, a la buena relación entre Israel y México, y al trabajo y la dedicación de la Comunidad Judía mexicana”.

“Shimon Peres fue un gran amigo de nuestro país y contribuyó a afianzar los lazos de amistad y cooperación entre nuestras naciones. Su palabra, su talento y sus ideas pervivirán como patrimonio de la humanidad”, añadió.

El presidente de México destacó el esfuerzo del ex primer ministro israelí como “uno de los promotores de los esfuerzos para conseguir la paz entre judíos y árabes, junto con Isaac Rabin, Yaser Arafat y el ex presidente estadunidense William Clinton, quien los acompañó en este proceso”.

También, recordó la visita que hizo Peres a México en 2013, al señar que “aquella noche del 27 de noviembre, además había iniciado la festividad judía de Hanukká (Janucá), la festividad de la luz; un simbolismo que llenó de luz la relación entre Israel y México.