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Crónica del Poder

Las diputadas y diputados de la LXIII Legislatura de Veracruz a través de una sesión solemne rindieron homenaje al senador chiapaneco Belisario Domínguez Palencia, a 103 años de su fallecimiento.

En la sesión –celebrada en la sala de sesiones “Venustiano Carranza”- el secretario de la Mesa Directiva, diputado Juan Eduardo Robles Castellanos, dio lectura al discurso histórico mediante el cual el Senador de la República exhortó a sus compañeros a reflexionar y actuar en contra del mal gobierno de su tiempo.

Conforme al discurso histórico, “durante el gobierno de don Victoriano Huerta, no solamente no se hizo nada en bien de la pacificación del país, sino que la situación actual de la República es infinitamente peor que antes.

“La Revolución se ha extendido en casi todos los estados; muchas naciones, antes buenas amigas de México, rehúsanse a reconocer su gobierno, por ilegal; nuestra moneda encuéntrase depreciada en el extranjero; nuestro crédito en agonía; la prensa de la República amordazada, o cobardemente vendida al Gobierno y ocultando sistemáticamente la verdad.

“Nuestros campos abandonados –continúo el discurso–; muchos pueblos arrasados y, por último, el hambre y la miseria en todas sus formas, amenazan extenderse rápidamente en toda la superficie de nuestra infortunada patria”.

“El pueblo mexicano no puede resignarse a tener por presidente de la República a don Victoriano Huerta, al soldado que se apoderó del poder por medio de la traición y cuyo primer acto al subir a la Presidencia fue asesinar cobardemente al Presidente y Vicepresidente legalmente ungidos por el voto popular”.

Al continuar con la lectura, el diputado Robles Castellano indicó: “la Patria os exige que cumpláis con vuestro deber, aún con el peligro y aún con la seguridad de perder la existencia.

“El mundo está pendiente de vosotros, señores miembros del Congreso Nacional Mexicano, y la Patria espera que la honraréis ante el mundo, evitándole la vergüenza de tener por primer mandatario a un traidor y asesino”.

La noche del 7 de octubre de 1913, el senador Belisario Domínguez fue sacado de su habitación en un hotel y conducido al cementerio de Xoco, en Coyoacán, donde fue martirizado y asesinado cruelmente.

Sus verdugos, Gilberto Márquez, Alberto Quiroz, José Hernández Ramírez y Gabriel Huerta sepultaron el cadáver, y hasta después de varias pesquisas de los senadores y los parientes y amigos del legislador, fue descubierta la verdad de los hechos.

Al finalizar la lectura del discurso histórico, diputadas, diputados y asistentes a la sesión, guardaron un minuto de silencio en memoria del Senador.

Previo al inicio de la sesión y ante la ausencia de la vicepresidenta, diputada Ana Cristina Ledezma López, por mayoría de votos fue elegido el diputado Juan Manuel Velázquez Yunes para ocupar el cargo por única ocasión.