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24 Horas

Un amplio panorama representativo de la evolución creativa del artista alemán Otto Dix y de los temas característicos de su obra, marcada por la vivencia de las dos grandes guerras mundiales y la deshumanización que la violencia imprime a la vida comunitaria, integran la exposición homónima que abre esta noche en el Museo Nacional de Arte (Munal).

“Otto Dix. Violencia y Pasión” es la primera gran retrospectiva de este destacado artista del siglo XX, creada ex profeso para México, en el marco del Año Dual Alemania-México 2016-2017, explicó en rueda prensa la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Cristina García Cepeda.

La funcionaria comentó que dicha exhibición “viene a fortalecer las relaciones ya de una amplia tradición entre Alemania y México. Viene a mostrar cómo los países a través de la cultura fortalecen sus lazos de amistad, colaboración y entendimiento”.

En la obra de Dix se encuentra liberación y catarsis, testimonio y crítica satírica y agregó que “en su empeño por convertir en arte las expresiones de la guerra, el artista logro como pocos, transmitirnos el dolor, el miedo, el cansancio físico y moral”.

Acompañada de Ludger Siemes, ministro encargado de negocios de la Embajada de Alemania y del nieto del artista, la muestra brinda al público mexicano la oportunidad de conocer el legado de un artista que vivió de primera mano las experiencias traumáticas de la guerra, así como generar una reflexión sobre un periodo muy importante de la historia alemana.

Bajo la premisa “Otto Dix, te muestra lo que no quieres ver”, la exposición curada por Ulrike Lorenz, directora de la Galería de Arte de Mannheim (Kunsthalle Mannheim), presenta más de 160 obras entre las que destacan pinturas, grabados, acuarelas y dibujos.

Organizada por el Museo Nacional de Arte (Munal), el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (Marco) y el Goethe-Institut Mexiko, en ella, el artista plasmó, como ningún otro pintor de la época, “el siglo de los extremos en Europa”, marcado por las dos Guerras Mundiales, la cultura de la República de Weimar y la división política alemana después de 1945.

Obsesionado por retratar su realidad, Dix abarcó una gran diversidad de estilos y logró plasmar una postura crítica frente a su época, expresándolo a través de dos emociones: violencia y pasión.

Su experimentación con la vanguardia artística y sus vivencias durante la guerra, le permitieron encontrar su propio lenguaje plástico para situarlo como uno de los representantes más importantes del expresionismo y de la nueva objetividad alemana.

La exposición está dividida en siete núcleos temáticos que ofrecen una mirada amplia a la producción de Otto Dix.

De acuerdo con Ulrike Lorenz, “el arte de Dix responde a preguntas que aún siguen sin responderse, por eso sigue siendo un artista actual”.

Su obra, señaló, es un testimonio y un comentario de lo que estaba viviendo, su arte tiene una brutalidad que impacta, pero a la vez despierta.

“Otto Dix fue influido por el siglo XX, de manera especial por la Guerra Mundial, la cual para el artista era un tema de vida y que estaba detectado en toda su obra, creando símbolos para una sociedad contradictoria e influida por el trauma”, indicó.

Cuenta que una de las razones por las que el alemán lleva al óleo sucesos desgarradores como los de una guerra, radica en que “Dix no sólo pintó la realidad como la vio, sino que hace un comentario crítico, un análisis de la realidad y de esta forma, da algo de regreso a la sociedad, algo que está pintando”.

“Dix estaba obsesionado por lo que vio, era alguien que observó lo que pasó, lo memorizó y trató de regresar de una manera nueva a la sociedad”, comentó Ulrike Lorenz, para quien el arte de Dix fue realista y expresionista.

“Su realismo era expresivo, realmente desea dejar en las personas, esa realidad de una forma impactante, brutal y directa”, comentó.

El público mexicano que asista se va a reconocer en la obra de Dix, así como en su forma de pitnar la sociedad y contradicciones.