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EFE

El argentino Diego Armando Maradona, los brasileños Ronaldinho y Cafú, el español Manuel Sanchís y Juan Sebastián Verón son solo algunas de las glorias del fútbol mundial que se exhibieron este miércoles en Roma, en el Partido por la Paz, promovido por el papa Francisco.

El evento, realizado en colaboración con varias fundaciones benéficas, tuvo el objetivo de recaudar fondos para ayudar a los niños necesitados de Argentina y de la República Democrática del Congo, además de las víctimas del terremoto que sacudió el centro de Italia el pasado agosto.

Además de las citadas leyendas de este deporte, también participaron el francés Eric Abidal el portugués Rui Costa o el exjugador francés del Sevilla Frederic Kanouté, entre otros.

Sin embargo, el partido de hoy reunió a los ídolos de varias generaciones de aficionados al fútbol, ya que también jugaron futbolistas en activo como Francesco Totti, el español Bojan Krkic, los argentinos Diego Perotti o Nicolás Burdisso.

“El fútbol es uno de los deportes más importantes del mundo y tenemos que utilizarlo para partidos como este, es importante acercarnos a los niños y enviar mensajes de paz”, afirmó Perotti al llegar al estadio Olímpico.

Maradona y Totti jugaron en el mismo equipo y se enfrentaron a otra pareja de delanteros de lujo, formada por Ronaldinho y Kanouté.

El “Pibe de Oro”, que discutió con Verón, al concluir la primera mitad, camino del vestuario, disputó los 90 minutos del partido y recibió constantemente los cánticos de admiración de los más de 20.000 espectadores que acudieron al estadio de la capital italiana.

El encuentro terminó 4-3 con victoria del cuadro que llevaba la camiseta blanca gracias a los goles de Kanouté, Bojan (de vaselina) y los argentinos Hernán Crespo y Fernando Cavenaghi.

Para el cuadro azul marcaron Antonio Di Natale, Totti y el argentino Nicolás Burdisso.

“Ha ido bien, lo dimos todo. La gente se divirtió, estamos felices. Nosotros seguiremos jugando para la paz en el mundo y para los niños, gracias Italia”, fue el mensaje lanzado por Maradona al finalizar el encuentro.

Se cerró así un importante evento benéfico que logró reunir en el césped del Olímpico a más de 30 grandes leyendas del fútbol, que enviaron un mensaje de paz y unidad directo a todo el mundo.