Segunda Parte
El Fenómeno Femicida y/o Feminicida se debe entender desde un nivel institucional así como doctrinal, en ambos en la mayoría de las ocasiones se aprueba mencionarlos de manera sinonimia, observando también que pueden ser utilizados como vocablos diferentes, los cuales se basan en la muerte de forma violenta de una mujer y /o niña, por el solo hecho de ser mujeres.
Como nacen estos términos y por qué se reconocen? El termino Feminicidio fue utilizado por vez primera en el año 1976 ante el tribunal internacional sobre los crímenes contra la mujer en Bruselas para definir las formas violentas, aunque argumenta Diana Russell, el termino ha estado en uso desde hace más de dos siglos, apareciendo en 1801 en Inglaterra, en 1990 se redefiniría el concepto como el asesinato de mujeres realizado por hombres. Se dice que Mary Anne Warren utiliza el termino en 1985 en su obra : Gendercide: The Implications of Sex Selection, cuyo neologismo se refiere a la matanza sistemática de los miembros de un determinado sexo, se agregaría tiempo después el termino Viricidio refiriéndose a las matanzas de hombres durante la guerra, es así como se determina que el Feminicidio es la muerte de una mujer cometida por un hombre por el simple hecho de ser mujer, con la independencia que este se cometa en el ámbito público o privado, aun cuando se cuente o no con una relación entre el agresor y la víctima.
Para ambos fenómenos desde una visión jurídica se han establecido diferenciaciones como pueden ser las subcategorías o clases, pasando desde el feminicidio familiar o intimo hasta los homicidios, que pueden ir desde un homicidio básico o agravado hasta asesinatos, parricidios o infanticidios, realizados por un hombre o por varios, con quienes la víctima tenía algún parentesco o relación por afinidad o por consanguinidad, el femicidio no familiar o no intimo es aquel llevado a cabo por un hombre con quien la víctima no tenía ningún parentesco pero que si podría encontrarse una relación de vecindad o laboral, una relación de subordinación o que el asesino fuera cliente sexual de esta mujer en el momento del crimen, existe el femicidio por conexión, mujeres que fueron asesinadas por un hombre cuando esta se encontraba con otra mujer que era en realidad la víctima de estas acciones, denominándole “en la línea de fuego”. Junto con esta clasificación encontramos que existe el femicidio sexual sistemático (organizado o desorganizado) y femicidio por ocupaciones estigmatizadas, el primero se entiende por aquel acto de muerte a una mujer tras haber ejecutado sobre ella, el o los asesinos actos aberrantes de agresión sexual. El femicidio infantil cuya significación y sus consecuencias son tan graves como el infanticidio de recién nacidas o los rituales basados en las creencias de que los órganos sexuales femeninos tienen poderes y son mutilados como en (Zambia, Zimbabwe, Sudáfrica) en América podemos evidenciar durante el conflicto colombiano la violencia sexual empleada como instrumento de guerra por los grupos armados tanto contra las mujeres civiles como contra sus propias combatientes, ubicando el femicidio como un acto simbólico para quienes las ejecutan, en virtud del cual se reafirman sus “masculinidades” siendo tales actos una forma de atacar “la moral del enemigo”.
Por lo tanto, Femicidio es el homicidio o asesinato de la mujer por el simple hecho de pertenecer al sexo femenino y Feminicidio comprende toda progresión de actos violentos que van desde el maltrato emocional, psicológico, físico, verbal, tortura, violación, prostitución, acoso sexual, abuso infantil, el infanticidio de niñas, las mutilaciones genitales, la violencia doméstica y toda política que derive en la muerte de las mujeres, tolerada por el Estado.
Con la invisibilización del femicidio y/o feminicidio, se continua con su normalización, como en siglos atrás, se permite de manera silenciosa y sistémica el convertirlo en el centro mismo de la barbarie, la cual no distingue países, clases sociales, origen étnico, una barbarie que manifiesta sus particularidades en cada sociedad, la cual bajo ciertos contextos se intenta seguir silenciando y desmantelando por un discurso patriarcal androcéntrico, cuyo interés es generar vacíos de información y confusión para seguir manteniendo la otra forma de control del patriarcado en una era de globalización.
No se puede hablar de un avance social, político, económico y/o cultural mientras más mujeres siguen desapareciendo o son brutalmente asesinadas, el avance va de la mano de una sociedad libre donde los derechos humanos deben ser respetados, una sociedad que mata e incrimina a sus mujeres no puede llamarse libre.