Cuando el gobernante de verdad gobierna cerca de la gente, es inevitable que ésta lo presione con nuevas solicitudes y también viejas demandas que por cierto nunca caducan.

Solo viviendo esos acercamientos se aprende a percibir al pueblo impaciente, al irritado, al desesperado. Solo caminando por las calles de la periferia se pulsa la desesperación y no obstante, algunas veces, la férrea actitud de esperanza.

Se murió la política de saliva, ahora hace falta enterrarla porque si no apesta, esté donde esté, aunque sea de tu mismo partido.

Los Informes de Gobierno son obligaciones legales de fecha fija, protocolo y actores de un día. En cambio el que ha esperado hasta décadas, el tiempo de recibir informes es cualquier día, todo el año, siempre, sencillamente porque lo que espera son resultados concretos en su cuadra o colonia como la inaugurada calle Los Pinos en la colonia Lomas de Casa Blanca.

Lo he escuchado de ciudadanos y ciudadanas integrantes de los comités de Contraloría: » con nuestros salarios cada día compramos menos y no podemos hacer nada» sólo queda que se mejoren en algo nuestras condiciones de vida, la calle, agua potable, alumbrado lo que salga primero.»

Parece que esto lo tiene muy presente el alcalde de Xalapa Américo y con más apremio considerando que todos los días Veracruz es noticia nacional e internacional, por la delincuencia y la corrupción de cuello blanco. Redes y medios no paran de difundir algún hecho del mismo tema.Se habla del robo de miles de millones mientras el trabajador ve que sus quincenas de dos salarios mínimos le duran un día. Esto es para provocar, mínimo rabia, mucho coraje. Da asco y, si aprietan en serio ( que lo dudo) saldrá más y de todos colores.

Política de saliva vs política de resultados es una expresión de deslinde para que no se confundan. Juntos pero no revueltos.