El próximo mes será clave para la elección del futuro Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, con la celebración del simposio “Genero, Justicia y Dignidad” en el que participaron distintas Magistradas, Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros, dónde exigen las mujeres ser consideradas en los espacios, no por la belleza -, en que en diversas dependencias colocaron un mar de ladys solo por sus atributos físicos, sin meritos, se sentían algunas dueñas con un toque de soberbia en diversas instituciones, hasta la fecha por ahí-, en cambio las magistradas de Veracruz y mujeres de trabajo, convocan a valorar la capacidad, la Equidad de Género esa es la bandera para que la Magistrada Yolanda Castañeda siga sumando, con su fuerte posicionamiento, a excepción de que un día precisamente en una conferencia este mismo año, varios ciudadanos fuimos testigos que a la Magistrada Yolanda le faltó el tacto político y precisamente el respeto a la Equidad consideración a una mujer madre que tenía en sus brazos a su hijo niño con discapacidad, que al ocasionar ruido en el foro en el tribunal, pidió ante el auditorio que salieran ella y su hijo para no interrumpir, a lo que los presentes lo consideramos faltó más sensibilidad en la forma de solicitar, tanto fue el detalle que el Senador Pepe Yunes también presente, caballero y respetuoso como siempre se caracteriza tomó el micrófono solicitando respeto y comprensión para la madre y su hijo. A excepción de ello la Magistrada tiene toda la experiencia en materia jurídica. En el caso del Magistrado, Amadeo Flores Villalba, es preparado, su carrera se ha dado en los últimos doce años, que son los más polémicos de la política en Veracruz, lo consideran institucional, ciertamente para la prensa la sombra de su Papá -muy desgastado- en el contexto político y su paso en la Fiscalía el Estado por crear chivos expiatorios y ahora con la denuncia de trabajadores por explotación laboral, lo persigue el nombre, sin embargo el Joven Amadeo Flores hace su propio esfuerzo.

En el caso del Magistrado Edel Álvarez Peña tiene la observación que en el pasado tuvo experiencia partidista, más que la jurídica, sin embargo los Gobernadores de Veracruz por tradición siempre han jugado un papel importante, el Lic. Miguel Ángel Yunes Linares expresó ser respetuoso de la división de poderes, aunque por todo lo que se debe componer en Veracruz es vital una excelente relación institucional entre ambos poderes, el Gobernador Electo conoce bien al Magistrado Edel, una de las virtudes de Álvarez Peña es el periodismo, que es un sector muy herido y golpeado por el Duartismo, por ello ese punto es circunstancia para la propuesta de Edel tenga la sensibilidad y comprensión en atender casos especiales conjuntamente con su experiencia política para saber tratar al personal del tribunal que seguido toma las avenidas y anda inconforme por la falta de pagos. Él puede ser la solución con su relación para gestionar los recursos en gestión sean puntuales con el nuevo Gobernador, son los tres que más se nombran en la prensa a reserva también participe el Magistrado Miguel Gastón Manzanilla Pavón con la experiencia y el conocimiento. A quien sea electo Veracruz estará pendiente para exigir resultados.

En el tribunal, independiente de la futura elección, está un veracruzano valioso, poeta, con una enorme experiencia en la administración pública, y desde luego conocedor del Derecho, autor de libros, ha publicado en revistas jurídicas con artículos sobresalientes, su presencia magnifica en la vida académica Estatal, Nacional e Internacional, con estudios de Doctorado en Europa, el Magistrado Andrés Salomón Rodríguez, Presidente del Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje, del Poder Judicial de Veracruz, quien ha recibido entre otros galardones y distinciones un homenaje en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, hace unos días presentó conjuntamente con Don Francisco Berlín Valenzuela el libro en materia de Administración Pública del Estado de Veracruz del destacado investigador y catedrático de la Universidad Veracruzana el Dr. Manlio Fabio Casarín León, Editorial Porrúa.