Lugar:
Fuente:
AP

La caravana que traslada las cenizas de Fidel Castro emprendió el jueves el segundo día de recorrido desde la ciudad central de Santa Clara rumbo al oriente del país, la zona que vio nacer a la revolución cubana.

El cortejo fúnebre había pasado la noche cerca del mausoleo donde están los restos del líder guerrillero Ernesto Che Guevara, que sirvió de refugio temporal para las cenizas de Castro.

Antes del amanecer miles de autobuses y camiones fueron concentrándose a lo largo de la vía para trasladar a cientos de estudiantes, médicos y habitantes de las localidades aledañas que se apostaron a los lados de la carretera, con pequeñas banderas cubanas en sus manos, para esperar el paso del cortejo y darle el último adiós a Castro.

«Nuestro comandante está vivo. El pueblo lo demuestra», dijo Flores Montelier, de 60 años, tras participar en un evento durante la medianoche en la plaza de Santa Clara al que asistieron miles de personas que despidieron al ex gobernante entre vítores y bailes.

María Alicia Esmori Rodríguez, una habitante de Santa Clara de 55 años, no pudo contener la emoción que le generó ver la pequeña urna de cedro cubierta con la bandera cubana que contenía los restos de Castro. «Siempre estará con nosotros», sostuvo conmovida.

Los restos del líder cubano partieron la víspera de La Habana tras dos días de multitudinarios actos en los que decenas de miles de personas acudieron a la emblemática Plaza de la Revolución para honrar al ex gobernante, que murió el viernes a los 90 años.

A lo largo de la Carretera Central que conecta el occidente con el oriente de la isla los preparativos para recibir al cortejo, que llegará a la ciudad de Camagüey a unos 500 kilómetros al este de La Habana, comenzaron desde muy temprano. Cuadrillas de obreros limpiaron los costados de la ruta, podaron los árboles, recogieron la basura y rellenaron baches. Otros pintaron las vallas contenedoras de los puentes de blanco y rojo.

Ansiosa por la próxima llegada de los restos de Castro a Camagüey el ama de casa Nilvia Parra, de 48 años, manifestó que «es un momento triste para nosotros… para mi familia era como un padre. Alguien que siempre nos cuidó».

Banderas de Cuba y retratos de Castro adornaron ventanas y balcones de las viviendas de Camagüey y se apreciaba el nerviosismo de la cercanía de la caravana. Se espera además que los camagüeyanos se concentren en la Plaza de la Revolución local para un acto de homenaje en la noche del jueves.

Las cenizas del ex mandatario pasarán la noche en Camagüey para continuar el viernes el recorrido hacia Santiago de Cuba, la segunda ciudad del país, donde serán inhumadas el domingo.

La caravana recorre en sentido inverso la marcha victoriosa del movimiento guerrillero que lideró Castro desde las montañas de Sierra Maestra y protagonizó la revolución de enero de 1959.