Entre hadas, astronautas, mariposas, monstruos y libros mágicos una verdad se asoma: la desigualdad que existe entre hombres y mujeres. De un profundo mar azul emerge la esperanza de un futuro mejor, donde los adultos sean más conscientes de sus errores.
También se asoman preocupaciones, el riesgo de perder una casa, la basura que inunda las calles, el acoso en escuelas y las enfermedades graves como el cáncer.
«Ella comenzó a soñar, y entonces imaginó que Sofía era la hija más pequeña de una familia de cuatro guerreros que defendían el mundo de los malos y los monstruos».
Al personaje principal del cuento de Ana Paola Morgado la atacó el peor de los males, un cáncer muy agresivo que le quitó un ojo, pero nunca la esperanza de seguir luchando.
Selene se despertó de repente en otro mundo, había perdido su nave… en el camino vio las estrellas, el sol y la luna; y Karen observó un gran pez devorarse golondrinas mientras se encontraba a bordo de un barco.
Niñas de Xalapa escribieron sus temores, sus deseos y sueños, describieron fantasías donde niños y adultos se ayudan, trabajan por la igualdad y luchan con ahínco contra las adversidades. Los textos se encuentran plasmados en el libro «Historias de niñas extraordinarias», editado por el Instituto Municipal de las Mujeres de Xalapa, que preside Yadira Hidalgo, con el apoyo del ayuntamiento.
«Mi futuro es: seguir escribiendo cosas buenas para la gente y facilitar al mundo el vivir en la Tierra, tengo un gran camino por seguir y tal vez ese amor que tuve se cumpla», escribió Marbella Fernández de 12 años.
Tiene 7 años, pero Patricia Anaís Martínez ya sabe que los varones tienen más posibilidades de estudiar en México y que las jovencitas son relegadas a las actividades del hogar.
En un nuevo planeta como DENEB hay más justicia, igualdad y alternativas de crecimiento para niños y niñas por igual.
El libro es resultado del concurso de cuento en el que se recibieron 147 textos de niñas de entre 6 y 12 años de edad. Se trata de las historias ganadoras que tienen como fin último empoderar a las niñas xalapeñas.
Con dibujos de la niña Farah Paredes en la portada y contraportada e ilustraciones interiores de estudiantes del Taller de Artes Gráficas del Instituto Down, las historias que ahí encuentras te hacen soñar o al menos recordar cuando soñabas.
En tiempos convulsos, cuando la fe flaquea y se desconfía de todo y de todos, esta lectura es como un oasis en el desierto.
Fue un placer leerlas niñas… quiero su fe en el mañana, su confianza en el prójimo y el deseo de hacer cosas extraordinarias y cambiar el mundo.

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