De manera permanente escucho en todos los foros –y leo en los chats-, que los ciudadanos quieren hacer algo para mejorar el país y no encuentran caminos para ello. El jueves 12 de enero de 2017 quedará marcado en la historia de México como el inicio de la verdadera participación ciudadana en el combate del mayor flagelo que sufre la nación, en la lucha contra la corrupción.

En esta lucha por los ciudadanos ha destacado un personaje de la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río, el Ing. José Manuel Urreta. Hoy es coordinador de la zona Oriente de Concamín que abarca los estados de Tabasco, Chiapas, Campeche, Oacaxa y Veracruz, quien ha sido un ciudadano que participa y se involucra en actividades que sirven a su gremio y también a México.

Ha sido cónsul del Reino de Bélgica, vicepresidente nacional de la Cámara Mexicana de la Industria del Transporte Marítimo y Vicepresidente de la Canacintra, ademeas de fungir actualmente como presidente del Consejo Coordinador Empresarial de la Zona Veracruz-Boca del Río.

La firma de un convenio entre gobierno del estado y la Concamin es algo histórico, pues se crea la figura de contralor social industrial, quien vigilará que las relaciones entre el gobierno del estado y los industriales. Estará al tanto de las relaciones comerciales que se realicen, de las licitaciones, de los convenios y sobre todo, vigilará que jamás vuelva a suceder lo que ya pasó en el sexenio que acaba de terminar, que fue la obtención de contratos con el gobierno del estado a cambio de moches.

La Concamin realizó un convenio con el Observatorio Nacional Ciudadano hace unos meses, y de allí surgió la idea de establecer un Contralor Social Industrial. Por segunda vez en su historia, Concamin sesionará fuera de la ciudad de México, en Veracruz, para crear esta figura que deberá ser imitada no solo por organizaciones empresariales sino también por los ciudadanos en general, para lograr el objetivo de vigilar el uso de los recursos públicos del gobierno y fomentar la transparencia y rendición de cuentas.

En el gobierno de Veracruz no existe tolerancia para la corrupción. Las acciones que ha emprendido el gobernador del estado muestran una voluntad férrea para desaparecer ese cáncer del aparato gubernamental del estado, y por ello, ha otorgado su beneplácito (que chistoso suena usar frases de políticos), es decir, ha dado su aprobación al proyecto y el jueves 12 de enero, firmó con Concamin un convenio por medio del cual se reconoce la figura del contralor social industrial por parte de gobierno del estado y se obliga a dar facilidades para su labor.

Los industriales de Veracruz, se sintieron agraviados por algunas prácticas incorrectas realizadas en el sexenio anterior por parte de los funcionarios públicos que otorgaban las asignaciones directas, o decidían quienes participarían en las licitaciones restringidas (previa invitación) a participar para competir y vender sus productos, obras o servicios a gobierno del estado. Ese agravio no se quedó solamente en pláticas de café, quejas en redes sociales, o comentarios en tertulias y reuniones. Decidieron tomar medidas para que no se vuelva a repetir, y aprovechando el combate a la corrupción que se lleva a cabo en el bienio actual, decidieron conjuntamente con Miguel Ángel Yunes establecer las bases de mecanismos que impidan que en un futuro se repita alguna mala práctica o se invente una nueva, en el ejercicio del gasto público para su sector.

Con esta acción y los resultados que habrán de venir en los próximos días, semanas, meses y años, se demuestra que sí hay caminos para vigilar el uso de los recursos públicos siempre que exista voluntad de transparencia tanto de los particulares como del sector público.

Miguel Ángel Yunes llega más allá incluso que cualquiera de los funcionarios electos emanados del PAN, pues aunque este partido ha usado la transparencia y rendición de cuentas como bandera política, ninguno de sus cuadros, ni uno solo de los funcionarios electos emanados de sus filas ha llegado tan lejos en la permisividad a los particulares a ejercer su derecho a vigilar el uso del dinero de todos en manos de los funcionarios públicos.

La figura de Contralor Social Industrial nace el jueves 12 de enero. La contraloría social tiene como teoría y figura en nuestras leyes ya mucho tiempo, sin embargo muy pocos la conocen a fondo y menos todavía la aplican para beneficio de los mexicanos. Hoy existen especialistas en el tema que no han sido escuchados y que llevan años sembrando en el desierto. Quizá este nombramiento, por una cámara tan importante como Concamin le permita a la figura de contralor social despegar de una vez por todas.

También es deseable que dicha figura se consolide en la legislación veracruzana, para promover aún más la participación ciudadana, y las obligaciones que en cuanto a transparencia deben de cumplir Estado y Municipios.

Enhorabuena para Veracruz, para Concamín, para Miguel Ángel Yunes, para José Manuel Urreta y para nuestro país… Soplan vientos de cambio, esperemos que lleven la nave con viento de popa a mejores puertos.

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