«La participación de Enrique Graue en la marcha «Vibra México» fue una muestra de garra no sólo en el aspecto físico, sino en el de la integridad personal. Pocos lo supieron pero el Rector de la UNAM recibió fuertes presiones de algunas oficinas de gobierno, instándolo a que no hiciera acto de presencia y se conformara por seguir la marcha desde la redes sociales. Lo bueno es que el puma mayor sacó la casta y resistió esos embates oficiales, por lo que se vio, juntos con miles más, dándose una buena asoleada en Paseo de la Reforma, al ritmo de «Mé-xi-co, Mé-xi-co». Lo comentan en «Templo Mayor» de Reforma»: