Plan B

México, D.F.

Por más optimista que se pretenda ser, caemos en la misma realidad, el pri no tiene remedio, sigue sin aprender de las derrotas y sus dirigentes, que no líderes, siguen tratando a sus militantes y simpatizantes, como si estos no tuvieran ni memoria ni raciocinio.
Ser anciano implica, obligadamente, a tener la sabiduría suficiente como para entender la vida, a las personas y las circunstancias y eso parece no ser el caso del otrora poderoso partido en el poder.
A los 88 años no se puede hablar de glorias porque la vida en sí misma, ya te dio muchos reveses como para que tu historia sea sólo dichas, placeres y festejos.
A los dirigentes del pri y eso incluye al presidente de la república, se le olvidó que la peor crisis que vivimos es de credibilidad.
Únicamente los ingenuos pueden creerle a la dirigencia de que somos invencibles, que todo está bajo control y que no hay derrotas potenciales a la vista.
Sí la corrupción no fuera el principal señalamiento, sí la falta de resultados no estuviera a la vista y sí existieran liderazgos reales, quizá valdría la pena echar las campanas al vuelo. ¡Pero no, nada de qué presumir!
Sí de algo podemos estar “confiados” al menos en Veracruz, es de que la contienda anterior trajo una alternancia que por lo que se ve, no está dando los resultados esperados y ante eso, pudiera existir una posibilidad de cambiar el voto y con su pulverización, ganar una que otra alcaldía.
A estas alturas poco queda por decir y mucho por hacer y dentro de las primeras acciones, es hablar menos y hacer más.
Lo congruente seria asumir la humildad como premisa y que la vergüenza de lo que han hecho los gobernantes priistas quede en el compromiso de no reincidir, sin embargo, los candidatos poco ayudan pues muchos de ellos de la nada, ahora son millonarios y eso solo se justifica, con sus excepciones, por la corrupción que ha imperado casi siempre y en casi todos los casos.
Veremos y escucharemos en pocos días salvadores de la sociedad, dirigidos como si es pueblo no tuviera suficiente con ver sus carencias diarias, su inseguridad, su falta de empleos y la falta de liderazgos que encabecen sus necesidades más sentidas.
¡Pobre pri!, SI, pobre pri que con la derrota pasada y la vertiginosa que se avecina, no logra entender a la sociedad y pretendiendo engañarla va a perder o ya perdió, lo que nunca ha respetado, el voto ciudadano.
Sin memoria histórica el fracaso es inminente.
Los ciudadanos tienen la inteligencia que al pri le falta.
El pri (no merece mayúsculas) tiene en la corrupción, su principal enemigo y no reconocerlo, lo acerca al despeñadero.
Contra el vicio de pedir, hay la virtud de no dar y lamentable que ni Peña Nieto, ni Ochoa y ni Alarcón, se asomen a la realidad, ¡la soberbia brilla!
Mi estimada Delegada, en la que te has metido, ¡creo que tu derrota, no te bastó!

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Valente.guerrero@nullgmail.com