EL DÍA INTERNACIONAL DEL TEATRO PRESEN
El 27 de marzo se celebra el día internacional del Teatro, en esta ocasión festejaremos este día presentando una de las obras del escritor internacional Emilio Carballido (1925-2008), originario de la ciudad de los treinta caballeros, Córdoba, Veracruz.
El dramaturgo Emilio Carballido no necesita tanta presentación, sus obras han sido representadas en distintos países de Europa y América como Alemania, España, República Checa, Francia, Colombia, Venezuela, Cuba, entre otros.
Con Emilio Carballido nace la nueva forma de hacer Teatro, algunos especialistas a esta innovación la han llamado el neorrealismo o neo costumbrismo, porque a pesar que sus obras presentan las estructuras tradicionales del Teatro, con Carballido los temas se han renovado y se narran conflictos nunca antes vistos o tratados por los dramaturgos que le precedieron.
El Maestro Carballido comprendió bien que para ser provechosamente universal, primero hay que retratar lo local, exaltar lo particular, promover lo nuestro en un mundo universal, esto podría ser la globalización en el arte, por eso el Maestro en muchas de sus obras como: “Rosalba y los llaveros” y en esta ocasión la que aquí presenta: “El Relojero de Córdoba”, nos relata alegorías de su ciudad natal, ciudad que siempre amó y que a México ha aportado tanto a la cultura, al arte, en general al engrandecimiento de nuestra patria.
Cuando el Maestro Carballido tenía 25 años de edad, es decir, en el año 1950, se presentó en el Palacio de Bellas Artes la obra “Rosalba y los llaveros” dirigida por el Maestro Salvador Novo, después de ese estreno se puede decir que casi todo lo que escribió Carballido, todo se le festejó y aplaudió, Siendo Córdoba, Veracruz, inspiración de muchas de sus obras, el 11 de noviembre de 1960 fue presentada en el Teatro del Bosque: “El Relojero de Córdoba”.
El escenario central de “El Relojero de Córdoba” fueron las ciudades de Córdoba y Orizaba, la obra está integrada de dos jornadas, los sucesos forman parte de la época colonial y sin más preámbulos, se abre el telón:
Martín Gama es un Relojero, vive en la ciudad de los treinta caballeros con su esposa Casilda, una mujer con bigotes, que junto a su hermano Diego habían heredado una buena fortuna, no eran riquísimos pero poseían estabilidad, Diego estaba casado con Isidora, quien su principal función como esposa era cuidar y atender a Diego por los males de reumatismo que tenía.
Martín era un hombre apuesto, antes de casarse con Casilda había tenido muchas novias, regularmente los hombres guapos, pero pobres, se casan con mujeres no muy agraciadas pero si ricas o estables, en su oficio de relojero tenía muy pocos clientes y cuando llegaban al negocio algunas muchachas guapas, el servicio no se los cobraba, eran constantes los pleitos de Martín y Casilda, al final siempre la pobre mujer terminaba llorando, disculpándose y haciendo lo que Martín ordenaba.
Martín tenía un sueño, estaba diseñando un reloj grande y hermoso que seguro se lo iba a querer comprar el Arzobispo para la Iglesia de México, hasta la fecha no había uno así en toda Nueva España, pero él no se lo vendería, porque el reloj lo comprarían para la Catedral de Córdoba, su cuñado Diego le dijo que no tendrían ese dinero en la Catedral, si es que algún día terminaba ese reloj, pero Martín le contestó que buscaría a los treinta caballeros que habían fundado Córdoba y que seguro ellos lo comprarían para la Catedral.
La realidad es que Martín sólo era un mantenido de Casilda y su cuñado Diego, un día Diego se fastidio de escuchar el ruido del Reloj y le dijo a su hermana Casilda que se fuera a vivir con Martín a una casa que iba a comprar en Orizaba, pero que ya no los quería en su casa. Le pidió a Martín que fuera a cerrar el negocio y le dio 250 onzas de oro, llegó a Orizaba en su rocín, se encontró Martín con un viejo amigo de nombre Nuño, quien era un galán de barrio y había embarazado y abandonado al único amor que había tenido Martín.
Los antiguos amigos tomaron vino y Martín para impresionar a Nuño, le dijo que era rico y que se dedicaba a lo bueno y lo malo, que acababa de matar a un hombre y que traía mucho dinero, Nuño lo denunció y el justicia lo sentenció a muerte, Martín juraba que era una mentira, pero no le creían, el Magistrado Don Leandro Penella de Hita, tenía que ratificar la sentencia y hacer justicia, Casilda lloraba, Martín era un bruto, vividor, mujeriego, pero inocente, Nuño era el galán de barrio que tenía a todas las mujeres y de ninguna se hacía cargo, la trama se encuentra en pleno apogeo, por ahora solo puedo decirles que el telón no sé cierra, porque el final lo tiene que leer usted, sólo le anticipo que en mi interpretación de la obra, Martín representa a México en su esfera política, Casilda al pueblo humillado, maltratado y utilizado, y Leandro a la España colonial.
Viva el Teatro.
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