*Una del cantante Morrissey: “Lo bueno del muro es que Trump queda fuera de aquí”. Camelot.

EL ABRIL DE LAS CEREZAS

Se va muy rápido el año, llegamos al abril de las cerezas que están maduras, eso lo sé, según los Hermanos Carrión. Se fue el marzo de los idus y de los sobresaltos. Esperemos que este nos vaya mejor y que la autoridad detenga y golpee duro a la delincuencia organizada y a la no organizada. En marzo hubo 1093 crímenes en el país, de la delincuencia, incluidos tres periodistas, según el diario Milenio. En marzo también al pelos de elote Trump le fue como en feria. Ha perdido todas sus guerras. Los fiscales tipo Winckler le rebotan todas sus jaladas y restricciones, y es el día que lo investigan por sus nexos con el ruso Putin, que es bien Putín. Que ruegue a su Kukuxklán no le llegue un impeachment porque, como Nixon no la libra. Hice un rol el fin de semana (viernes) por el caluroso Veracruz. Tomé como siempre el desastroso camino rural de Capufe, que ahora estos bárbaros hacen obra en plena Semana Santa, y dejan un solo carril varios kilómetros, para entender que los automovilistas les valemos, que solo nos ven con cara de pagar, y con lo que pagamos esa autopista de Orizaba-Córdoba-Veracruz debía tener segundo piso, como el del Peje en DF. Recorrí el bulevar del ChikiYunes, el que le florean, sobre todo ese Centro de Espectáculos o de Conciertos, que está pegado al mar y que, poco a poco, cobra dimensión. Al igual la parte que encementan, hasta llegar a la estatua del presidente Ávila Camacho, tío abuelo del buen Manolo Fernández, cafetalero de excelencia y buen expresidente municipal de Xalapa. Allí el pavimento cobra vida, se ve que le están metiendo tecnología y tiene de grosor buen tamaño, para que dure, mínimo, unos 30 años, que luego veinte años no es nada, que febril la mirada, decía el buen Carlos Gardel. Luego me vi con Rico (José Luis), y con Barragán-Gobernación, al amigo que no es rico la maluria le robó su auto Nissan, su herramienta de trabajo, y el pobre sufre ahora pues tiene que treparse de camión en camión. Fue a la Fiscalía en el kilómetro 8 de la carretera federal Veracruz-Xalapa, y allí la burocracia le dijo que hasta el miércoles le dan su copia de denuncia. Gachos. No se parecen a su jefe Winckler, que atiende a todas horas. Le dieron una referencia: 2803/2017. El auto es un Tsuru modelo 2009, se lo robaron en el estacionamiento de Chedraui ‘El Coyol’, lo tiene asegurado, aunque el seguro luego te da migajas. Por ahí a ver si Jaime Téllez Marié lee estas líneas, y ayuda a que lo recuperen, porque el seguro dice que por ley hay que esperar 30 días, por si aparece. Venga.

LA INMENSA HOTELERIA

Atrás quedaron los años, cuando recorrí ese bulevar de Boca del Río, y me acordé de que, hace unos trentitantos años, solo había un hotel de playa, el afamado Torre Mar, de la cordobesa familia Bueno Lázaro y Torio. Una gran inversión que, en Semana Santa, como estas fechas, tenías que apartar hotel desde un año atrás, so pena de que te fueras al Camarena (cama en la playa, eso sí, con vista al mar) Ahora ahí hay una gran plaza comercial esperando que lleguen los del Palacio de Hierro, que por más que los esperan, no aparecen, como los gobernadores fugados. Pero cuenta con tiendas de gran prestigio, las de franquicias americanas. Luego llegaron los demás y hoy la ocupación hotelera goza de cabal salud, porque han llegado de todo tipo, sabores, colores y precios. Un acierto del gobernador del cuatrienio, Dante Delgado Rannauro, que puso los primeros esfuerzos en esa plaza, los de Plaza Américas, Dante ofertaba como si fuera vendedor inmobiliario, a sus amigos, que compraran un local, al tiempo le agradecieron porque los locales hoy valen oro, y con el otro bien recordado amigo, el notario Gerardo Gil Ortiz, cuando peleaban en convencimiento con los dueños de casas y terreno en Costa de Oro, porque ninguno quería ceder sus salidas al mar, entonces nació ese bulevar donde hoy se asientan buenos hoteles, como El Holiday y el Camino Real, además del Yndigo, Mocambo legendario, Jaragua, de inversionistas orizabeños, Rivoli, Villa Florida de cordobeses, Bello, Boulevar del Mar, otro legendario, Lois. Sobran hoteles y camas disponibles. Veracruz es otro en su hotelería. Y restaurantería de primera. Ese Veracruz de Boca del Río, que son dos ciudades que son como hermanas. Comí en la zona de El Dorado, luego al caminar entramos al restaurante bar el Número 20. Allí pegadito, de primera, muy bien montado, un lugar que sin duda disfrutan los veracruzanos y le dan realce a las inversiones en ese sitio que, me dicen, los fines de semana se pone a reventar. Ahí están La Parroquia, el Fisher, Asadero Cien, y otros más de calidad.

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