Una bruja llegó a la Noria para hacerle una limpia al Cruz Azul, del que ve una maldición desde 1997. La bruja Zulema llevó cabezas de res y puerco como ofrenda para Satanás para que libere a la Máquina. «Un brujo maldijo en 1997 que a partir de ese momento jamás iba a ganar un campeonato el Cruz Azul. Yo le voy a dar una ofrenda a Satanás para que él coma y se acabe la maldición», dijo. La nota es de «Reforma»