«Si de aquí al mes de agosto, el gobierno de Donald Trump pretende tirar líneas a sus contrapartes, si busca presionar de más a México o a Canadá, o bien se define que quiere acuerdos bilaterales en lugar de uno trilateral, podría ser el final del TLCAN como lo conocemos. Lo bueno es que últimamente se han formado bloques opositores al proteccionismo del gobierno de la Casa Blanca. Ello puede ayudar». Lo comenta Enrique Campos en «El «Economista».