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Excélsior

La década de los setenta recién comenzaba y los tiempos de guerra habían quedado atrás para Volkswagen. En 1953 habían inaugurado su primera planta fuera del país, en particular en Sao Paulo, Brasil. Había llegado el tiempo de intentar algo distinto.

El nuevo público exigía innovación y emociones transmitidas por el diseño. Volkswagen, por otro lado, necesitaba ese auto que los identificara como la marca que pensaba en su público; aquella que podría ofrecerles la deportividad y el diseño que ansiaban.

Ese mismo año, Karmann, una de las firmas independientes más importantes en Alemania, buscaba utilizar la plataforma del famoso Vocho para vestirlo con un traje deportivo. Se asoció con la prestigiosa casa de diseño Ghia.

 

Todas las cartas estaban puestas, así que esta partida, era de tres jugadores. Fue así como nació el mítico auto que le daría un giro a la historia de las tres marcas: El Karmann Ghia.

Foto: Flickr

De la mano de Luigi Segre, Wilhelm Karman vio materializado su auto (y su sueño). Pese a su motor relativamente limitado (montaba el mismo motor del vocho de la época con 36 hp), el diseño 2+2 invitaba a manejarlo. Se percibía como un auto rápido.

En 1955, comenzó la producción del vehículo. La ambición de la marca de Wolfsburg, fue la de presentar al mundo su primer deportivo.

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Fue un éxito inmediato, llegaron a vender 10 mil unidades tan solo en su primer año, y comenzó una nueva página en la historia de la marca.

En 1958 fue lanzada su versión cabriolet, la cual logró reunir en conjunto 18 mil unidades. Sin duda, la firma había posicionado bien su modelo.

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En total, se fabricaron 365 mil 912 unidades.

Volkswagen quería renovarse, tenía sed de mayores ventas y mejoras en sus vehículos. Seis años después de que saliera el primer vehículo, la firma lanzó al mercado el Karmann Ghia Tipo 34, una versión mejorada que prometía un mejor motor, más espacio y 3 tipos de carrocerías distintas: Notchback, Fastback y Squareback.

Foto: Especial

A diferencia del anterior modelo, que estaba basado en el Vocho, el nuevo modelo, por debajo era un Volkswagen Tipo 3. lo cual le brindaba mayor espacio, motor más potente y una mejor comodidad. Sin embargo, este nuevo modelo costaba más de el doble que el Karmann Ghía anterior, por lo que la firma alemana decidió no importarlo a América.

Aunque esta versión no se supondría que se vendería en Estados Unidos, las ganas de tenerlo fueron tales, que un par de distribuidores se dieron a la tarea de traer el auto a la venta, aunque no de manera oficial.

Esto resultó en uno de los mayores éxitos de la marca alemana en territorio estadunidense. A la fecha, el país vecino tiene más modelos de este auto que cualquier otra nación.

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Las ventas totales del Karmann Ghia fueron constantes; en 1960, alcanzó su punto máximo con 33 mil unidades, hasta que se dejó de fabricar de manera definitiva en 1974, y un año más tarde en Brasil. Sería sustituido por el Scirocco.

En total se fabricaron  365 mil 912 unidades.

Aún así, nosotros lo recordaremos cariñosamente por ser un auto, cuyo carácter y aspiraciones deportivas, encantaron al mercado mexicano; tanto que fue uno de los vehículos que eligió el Santo para algunas de sus películas.

Foto: Archivo