«En el Estado de México donde se ve una elección muy competida, el qué tanto de mexiquenses salgan a votar será el factor decisivo. Si el nivel de participación se queda en los porcentajes históricos en el estado, de entre 43 y 47%, es muy probable que la estructura y el voto duro del PRI se impongan, pero si se rebasa esa cifra y más del 50% del padrón sale a votar y a manifestar un voto muchas veces indetectable en las encuestas, entonces Peña Nieto y el PRI perderán no sólo su estado, sino su plebiscito rumbo a la Presidencia». Lo comenta Salvador García Soto en «El Universal» de Ealy Ortiz.