«Es innegable que todo ciudadano tiene el derecho y el deber de votar para elegir a su gobierno, pero si usted o yo queremos ser votados, por muy preparados, carismáticos y hombres de buen fe que parezcamos, tendremos que pasar por el filtro de algún partido político, o de lo contrario tendremos que pasar una maraña de requisitos para aspirar a ser candidato independiente y poder ocupar un puesto de elección popular, y si no somos adinerados o beneficiarios del monopolio, la situación se complica mucho». Es parte de lo que escribe Bruno Eugenio López Ortiz.