Hace poco comentaba con el Lic. Manuel Fernández Ávila acerca de la casa que perteneció a su tío abuelo, el ex presidente de la República, Gral. Manuel Ávila Camacho –en honor de quien ostenta su nombre-, ubicada en la zona conocida como La Herradura, en el municipio mexiquense de Huixquilucan, colindante con una zona al norte de la ciudad de México por su alto valor comercial que son las Lomas de Tecamachalco, el otrora llamado bosque de La Herradura y los terrenos de lo que es hoy el hipódromo de Las Américas.
Bueno pues esta casa que como ya dijimos perteneció a con Manuel y a su señora esposa Soledad Orozco, fue donada por esta última al Gobierno de la República en el año de 1989. Fue construida en el año de 1946, sobre un terreno de 5 mil y pico de metros, anexos a una suerte de finca rural que pertenecía al propio Ávila Camacho de aproximadamente 5 hectáreas, terrenos en los que gustaba montar y recorrer montado en los lomos de un caballo una vez que se retiró después de ser presidente de México.
Y la plática con Manuel se dio a resultas de que comentamos en un Carrusel de Crónica del Poder acerca de esa emblemática residencia, una de las más fastuosas de la época, junto con otra que se construyó su hermano Maximino en la zona que ocupa hoy la colonia Polanco de la ciudad de México. Ambas residencias marcaron toda una época en una buena parte del siglo pasado por su estilo arquitectónico de influencia francesa, lujo y distinción, sobre todo esta última porque sirvió de set para la película de Luis Buñuel, ‘El ángel exterminador’ (1962), en la que actuaran grandes histriones de la época como Enrique Rambal, José Baviera, Ofelia Guilmáin, Augusto Benedico y Enrique García Álvarez, grandes actores del exilio español avecindados en México, más Silvia Pinal y Jacqueline Andere. La filmación de esta cinta construyó una especie de leyenda negra sobre esta residencia, pero de esto hablaremos luego.
Total que de acuerdo con el periódico Excélsior, el Diario Oficial de la Federación, acaba de publicar que la Presidencia de la República es beneficiaria desde hoy (ayer) de la donación de una propiedad de 51,336.10 metros cuadrados, ubicada en la calle Bosque de Bosque de Antequera número 60, del fraccionamiento La Herradura, Municipio de Huixquilucan, estado de México. Con esta pasan a formar parte del patrimonio nacional más de 300 piezas de arte, entre esculturas, cuadros, candelabros, objetos diversos de enorme valor, entre otras obras de Siqueiros, Diego Rivera y José Clemente Orozco. Quienes la conocen y la han visitado, cuentan que cada rincón de la residencia es como una pequeña sala de exhibición, en donde hay lámparas, esculturas del propio General, cuadros de él mismo o en pareja con doña Soledad, todo en un ambiente arquitectónico muy cuidado, propio de las formas y estilos con los que se procuraban los ex mandatarios de este país para gozar de un retiro idílico.
Manolo Fernández me decía que hay versiones de que a la casa en los últimos años se le ha dado un uso poco ejemplar, para fiestas y recepciones de poca monta que, insisto, según versiones han terminado en parrandas de muy baja ralea inapropiadas para una residencia que perteneció a un ex presidente de México y que hoy es patrimonio de México. Leía algunos de los detalles de esta residencia en la que lo que menos cabe es el mal gusto: grandes patios y jardines; la mansión es de dos pisos, cuenta con galería, estudio, terrazas, dos bodegas, biblioteca, despacho y un salón destinado para encuentros familiares, asimismo, dispones de tres recámaras principales, equipadas con vestidor y baño, así como dos habitaciones secundarias para visitantes.
Además, tiene su propia capilla en la que reposaron los restos del General y de su esposa en un mausoleo especial hasta que ambos fueron trasladados a la cripta familiar del panteón francés, creo que de La piedad.
Qué cosas, parte de la historia tan disímbola del siglo XX de este país que hay que contar.
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@marcogonzalezga