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Excélsior

La popularidad del presidente francés, Emmanuel Macron, retrocedió en 10 puntos porcentuales este mes, según una encuesta de Ifop publicada el domingo, el mayor descenso para un nuevo presidente desde 1995.

El sondeo, publicado en el diario Journal du Dimanche, dijo que un 54 por ciento de los encuestados en Francia estaban satisfechos con Macron en julio, frente al 64 por ciento de junio.

Agregó que la última vez que un recién elegido presidente había perdido tanto terreno fue Jacques Chirac en 1995. El sondeo de Ifop ofreció resultados similares a otro reciente de BVA.

DISPUTAS COBRAN FACTURA
Macron ha tenido un mes difícil, marcado por una disputa política sobre los recortes de los gastos militares con el jefe del Estado Mayor, Pierre de Villiers, que llevó a la dimisión de este último.

De Villiers dejó el cargo descontento con el recorte de 850 millones de euros previsto para este año para el Ministerio de Defensa y a pesar de la garantía de Macron de que en 2018 esa cartera tendrá una partida de 34.200 millones de euros, frente a los 32.700 de 2017.

Macron también terminó imponiéndose a su propio primer ministro al prometer proseguir con las reducciones de impuestos en 2018, mientras que los planes para recortar los beneficios a las viviendas también han sido criticados.

El semanal precisa que aunque esa crisis que ha puesto a prueba la autoridad de Macron y ha hecho a los medios cuestionarse por el posible fin de su ‘estado de gracia’ ha tenido un peso importante en la bajada de su popularidad, a los franceses les preocupan también temas como la futura reforma del código laboral.

Algunos sondeados critican en voz alta una presidencia basada en la comunicación», indica el director del departamento de Opinión de Ifop, Jérôme Fourquet.

En términos comparativos, el socialista François Hollande contaba con una popularidad del 56 % en julio de 2012, y el conservador Nicolas Sarkozy otra del 66 % cinco años antes, añadió el semanal, que anticipa para Macron un otoño difícil, que tiene ya convocada en septiembre una gran huelga sindical contra la reforma laboral.