El negrito Vasconcelos/ y el Vale Bejarano/ no conocieron escuela/ pero brillaron trovando. De tierras veracruzanas/ de este hermoso girón/ con literatura exquisita/ fue don Salvador Díaz Mirón. Francisco Javier Clavijero/ científico historiador/ de esta manera escribió/ siempre como el mejor. De su pueblo natal salió/ por Europa anduvo errante/ el pincel fue su gloria/ me refiero a Ferrando. Veracruz tiene arte/ en novela y cuento/ y en sus valiosos hombres/ semillero de talentos. Enlistaremos ahora/ sin orden de cronología/ a los autores en el arte/ ciencia y tecnología: De Mier y Pesado, Roberto Luis Prado, José Joaquín Pesado, Rafael Delgado, Fernando Morales Fernández, Manuel Carpio, Lucas Álvarez, Ernesto Cardona de la Parra, José Luis Martínez Morales, José Antonio Martínez, José Francisco Suárez y Torquemada, Herminio Ortiz, Librado Basilio, José Mancisidor, Joaquín María del Castillo y Lanzas, Herminio Cabañas, Rafael de Zayas, Manuel Rivas Cambas, Miguel Eduardo de Gorostiza, Cayetano Rodríguez Beltrán, Neftalí Beltrán, Juan Ávalos, Martín Cortina Carvajal, José Basilio de Unanúe, Francisco Salmerón, Octaviano Corro Ramos, Salvador Vives Rendón, José Damián O. De Castro, Roberto Blanco Moheno, Eduardo Turrén Rosas, Juan Vicente Melo, Arturo Soto Mayor, Rafael Rúa Álvarez, Justino Sarmiento, Benito Fentanes, Rubén Salazar Mallén, Bernardo Couto, Miguel Bustos Cerecedo, Atenógenes Pérez y Soto, Fernando Winfield Capitaine, Roa Barcena, Sergio Galindo, Parménides García Saldaña, Emilio Carballido, Gregorio Aguilar Guzmán, Erasmo Castellanos Quinto, Rubén Bonifaz Nuño, Manuel Guevara Oropeza, Francisco Rosas Tenorio, César Garizurieta, Francisco Broissin Abdalá, Herminio Cabañas, Carlos G. Villenave, Joaquín Ramírez Cabañas, Carlos Vejar, Rafael Solana, José Primitivo Rivera, Narciso Serradel Sevilla, Rafael Rojina Villegas, María Enriqueta Camarillo, Josefa Murillo, Juan S. Garrido, Josefina Pérez de García, José de Jesús Díaz, Samuel García, Francisco Javier Echeverría, José de Jesús Núñez y Domínguez, Fernando de Jesús Corona, Ricardo Domínguez, Salvador C. Martínez, José Julián Tornel y Mendivil, Francisco de Garay, Francisco Echegaray y Allen, Carlos Díaz Duffo, Pablo de la Llave, Francisco de Paula y Arróniz, Bernardo Emilio Zárate, Joaquín María Rodríguez, Rafael Lucio, Julio Zárate, Miguel Hernández Jáuregui, Sebastián Lerdo de Tejada, Francisco Javier Alegre, José María Mora y Daza, Froylán Flores Cancela, Antonio López de Santa Anna, Jorge López Páez, Manuel M. Alba, Rafael M. Cházaro, José Joaquín de Herrera, Ignacio Flores Guerrero, Daniel Aguilar Castillo, Norberto Martínez Moreno, Carlos Tamborrel, Heriberto Jara Corona, Regino Gutiérrez, Agustín Lara, Marcos Arróniz Fentanes, Emilia A. Marín, Esperanza Cruz de Vasconcelos, Pablo Zamudio, Manuel Delfín, Manuel R. Gutiérrez, Aureliano Hernández Palacios, Erasmo Vásquez Lendechy, Avelino Bolaños, Hernán Laborde, Roberto Williams, Ángel José Fernández, Teodoro Cano, Carlos Juan Islas, José María Esteva, Magno Garcimarrero, Mateo Oliva, Alfonso y Teresa Moreno Luce, Carlos Bonilla Machorro, Juan Díaz Covarrubias, Humberto Aguirre Tinoco, Josefina Pérez, Leonardo Pasquel, José Luis Melgarejo, David Ramírez Lavoinet, María de la Luz Lafarja, José Antonio Rodríguez de Valero, Jesús Reyes Heroles, Raúl Hernández Viveros, Manuel Maples Arce, Aureliano Ortega, Juan Nepomuseno Troncoso, Celestino Herrera, Ángel José Hermida Ruiz, Lilia Berthely, Celestino Porte Petit. Vaya esta crónica en recuerdo de hombres y mujeres que dejaron polvos brillantes de aquellos tiempos emancipados para las generaciones venideras. Esculturas, libros, pinturas, construcciones, y demás testimonios que avalan la grandeza de su obra imperecedera, todavía la podemos tocar. Muchas veces la historia abandona o posterga la valía de estos vestigios. Pero lo cierto es que muchas civilizaciones de hoy, viven y comen de su pasado. Basta con cerrar los ojos, abrir los brazos y esbozar una sonrisa para sentir el olor de aquel bello poema. Gracias Zazil. Doy fe.