Nadie de sus compañeros legisladores del PAN quiso sentarse con el senador Javier Lozano en el pleno de San Lázaro. Y nadie lo saludó, fue el apestado durante la sesión de apertura del Congreso General para el periodo ordinario de sesiones. A la par, al senador Roberto Gil nadie lo vio, lo mismo que a Salvador Vega y Luis Lavalle. Nos cuentan que ni siquiera los diputados de Puebla fueron para darle la bienvenida a don Javier en el Palacio Legislativo. Esto luego de que el pasado jueves algunos senadores blanquiazules ”traicionaron”, eso juran y perjuran los anayistas, a su bancada para colocar a Ernesto Cordero en la presidencia de la mesa directiva del Senado. ¡Se llevan fuerte los azules!. Lo comentan en «Bajo Reserva» de el Universal.