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La Jornada

El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, se opuso a que en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se introduzca una cláusula para extinguir el acuerdo cada cinco años como el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, anunció que planteará su gobierno.

La imposición explícita de una cláusula de extinción de 5 años «es contraria a la filosofía de los acuerdos comerciales que lo que hacen es darle certidumbre a los inversionistas», pero introducirla es mandarles malas indicaciones, dijo Guajardo, entrevistado tras participar en el Foro Forbes 2017 «Reiventando México».

Enfatizó que si el TLCAN está siendo revisado ahora es porque justamente existe una cláusula que permite a los países socios solicitarlo y eso hizo el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Durante su ponencia, el funcionario indicó que para la tercera ronda de la renegociación del TLCAN, que se llevará a cabo del 23 al 27 de septiembre en Otawa, Canada, ya existen 7 capítulos «prácticamente integrados» con un desarrollo importante y de ellos 4 podrían derivar en acuerdos entre los tres países.

Mencionó que tales capítulos son la integración de las pequeñas y medianas empresas (pymes) a las cadenas globales de valor, transparencia y temas sanitarios y fitosanitarios.

Sin embargo, hay otros 12 o 13 que tienen cierto grado de dificultad porque hay posicionamientos diferenciados entre las partes como son el capítulo 19, referido a la solución de controversias y el 11 que también rige las controversias que se susciten entre inversionistas y Estados, abundó.

El tema de las reglas de origen no ha sido planteado en la mesa y tanto este como los capitulos 19 y 11 determinarán al final del día si se tiene un acuerdo o no.

La importancia de la tercera ronda, dijo, es que los temas se pondrán en blanco y negro para poder identificar los puntos de vista diferenciados.

Sostuvo que en la reinvención del país se deben mantener y aplicar de manera contundente las reformas estructurales porque hubo una tardanza de más de 20 años para que se aprobaran y están enfocadas a poner el «piso parejo» para que las empresas de todos los tamaños y también las distintas regiones del país compitan y aprovechen los tratados.

El secretario aseguró que aunque hay sectores que no han sido beneficiados de los acuerdos comerciales y se presentan como «víctima» y se han perdido empleos por el desarrollo tecnológico y la robotización, en Mexico los empleos generados han «sobrecompensado» el impacto de las nuevas tecnologías.

Insistió en que México se instaló en una «zona de confort» con el TLCAN, pero acotó que los acuerdos sólo son instrumentos que ayudan a las economías y resultan insuficientes para la inclusión y el desarrollo social y económico de sus poblaciones porque eso corresponde a las políticas públicas.

Aclaró que no porque gobierno y empresarios hablen de contar con un Plan B en caso de que Estados Unidos abandone la negociación significa que el gobierno mexicano considere que así sucederá.

«Seguimos en la mesa con la actitud de negociar y nada se negociará contra el interés nacional», puntualizó