«Abajo es como estar en una tumba, porque todo está frío y tienes un muerto abajo de ti», narró Heradio Ayala Avila, un joven de 28 años que fue rescatado de entre los escombros del edificio de Alvaro Obregón 286 el miércoles por la noche, 30 horas después del sismo. Heradio trabajaba en el piso 3 del edificio. «Mi compañera Lucy quedó junto a mí, era muy difícil respirar. Junto a ella la espera fue menos agobiante, se tomaron de la mano para rezar y pedir auxilio, y 30 horas después se abrió el hueco por el que nos rescataron. Le agradezco a Dios por la nueva oportunidad», agrega. La nota es de Laura Toribio en «Excelsior».