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EFE

La Casa Blanca aseguró hoy que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no está muerto “todavía”, a pesar de las tensiones que esta semana llevaron a Estados Unidos, Canadá y México a prolongar el proceso de renegociación hasta el primer trimestre de 2018.

“No todavía”, respondió la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, al ser preguntada durante su conferencia de prensa diaria sobre si puede darse por “muerto” el tratado comercial suscrito en 1994, y conocido en inglés como NAFTA.

“Pero como ha dicho el presidente, es un mal acuerdo, y quiere asegurarse de que tengamos un acuerdo que beneficie a los trabajadores estadounidenses. Es en eso en lo que está centrada esta Administración. Vamos a seguir avanzando. Y si no podemos llegar allí, les dejaremos saber cuáles son los cambios”, agregó Sanders.

La renegociación del TLCAN comenzó en agosto impulsada por el presidente estadounidense, Donald Trump, que lo considera un “desastre” e injusto para las empresas y empleos estadounidenses, a la par que ha amenazado en varios ocasiones con finalizarlo de manera unilateral.

En la última ronda, que concluyó este martes en Arlington (Virginia), a las afueras de Washington, la agresiva retórica de EE.UU. y la negativa de Canadá y México a dar marcha atrás forzaron a las tres partes a darse un mes para “refrescar” propuestas, y a programar más rondas negociadoras para 2018.

Eso significa que no habrá texto consensuado para finales de este año, como habían dicho los tres equipos negociadores en un principio.

Entre las exigencias de Washington, sobresale la de aumentar la cuota de productos fabricados en EE.UU., especialmente en el sector del automóvil y una de las piezas claves del pacto comercial; y la cláusula “sunset”, que obligaría a revisar el tratado cada cinco años y haría que quedara suspendido si alguno de sus tres miembros no estuviera de acuerdo en extenderlo.

El secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, subrayó este martes que el agresivo tono de EE.UU. “es una estrategia de negociación”, y negó que las rondas adicionales en 2018 supongan que el fin del pacto está más cerca, pero reconoció que, para México, la cláusula “sunset” supondría la “muerte súbita” del acuerdo.