Fuente:
e-consulta Veracruz

«Cáncer no es sinónimo de muerte», es una oportunidad para tratarse, por lo que es importante que las mujeres tengan información y educación para formar adecuadamente el escenario de la prevención, sí bien es cierto, el cáncer de mama no se puede prevenir, pero si se puede reducir y conocer los factores de riesgo, explicó el doctor Enrique Bargalló Rocha, con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de mama.

Factores de riesgo del cáncer de mama

Los factores de riesgo más importantes de cáncer de mama, son en el género y la edad, es decir el hecho de ser mujer, y la edad ya que conforme va aumentando mayor es el riesgo de que se desarrolle cáncer, mencionó Bargalló, jefe del Departamento de Tumores Mamarios del INCan.

El 30% de las enfermedades diagnosticadas con cáncer de mama tienen que ver con el estilo de vida, la alimentación y sus hábitos de las mujeres, por lo que beber, fumar y no hacer ejercicio también son factores que aumentan el riesgo de tener cáncer de mama, «hacer ejercicio reduce en un 30% la posibilidad de que las féminas tengan cáncer, advirtió el especialista.

Asimismo, destacó que «el 50% de las mujeres en México diagnosticadas con cáncer de mama son menores de 50 años», por lo que es importante que a partir de que una mujer se empieza a desarrollar físicamente, debe comenzar a conocer su cuerpo, tocar y autoexplorarse para tener la capacidad de identificar cuando algo extraño o anormal está sucediendo, «la primera de las alertas es cuando una mujer identifica que algo no está bien en su cuerpo, y se debe acudir de inmediato al doctor».

¿Cómo detectar cuando algo no está bien?

Se recomienda que de manera periódica se toquen y comparen una glándula con otra, una región con otra para darse cuenta de la diferencia e identificar si se están presentando cambios en la glándula mamaria: «la comparación mes con mes, y el conocimiento propio del cuerpo es una forma muy efectiva para darse cuenta si una mujer tiene cáncer de mama», añadió.

Hoy en día se tiene que buscar el mejor lugar para el diagnóstico, el tratamiento adecuado y la recuperación desde el punto de vista psicológico, emocional, la reconstrucción y la rehabilitación de los efectos secundarios de todos los tratamientos, lo que va ayudar a que la paciente tenga una mejor calidad de vida durante y después de la enfermedad.