Lugar:
Fuente:
EFE

El gobierno del presidente Donald Trump anunció este lunes que eliminará en enero de 2019 un estatus migratorio temporal que ampara a 5 mil nicaragüenses residentes en Estados Unidos desde hace casi dos décadas.

El TPS es un programa migratorio creado en 1990 con el que Estados Unidos concede permisos de forma extraordinaria a los nacionales de países afectados por conflictos bélicos o desastres naturales.

Además, postergará hasta el 5 de julio una decisión definitiva sobre este beneficio para 86 mil hondureños.

La secretaria interina de Seguridad Nacional, Elaine Duke, concluyó que el beneficio conocido por sus siglas en inglés como TPS ya no es necesario en Nicaragua, por lo que el estatus expirará en 14 meses.

Duke postergó una decisión definitiva sobre Honduras para analizar información adicional, por lo que la vigencia del beneficio se extiende automáticamente seis meses, hasta julio de 2018.

El Departamento de Seguridad Nacional formuló el anuncio 60 días antes de que expirara, el 5 de enero, la protección para Honduras y Nicaragua, que obtuvieron el TPS en 1999 debido a los destrozos causados por el huracán “Mitch” un año antes.

La oficina investigadora del Congreso estadunidense señaló este mes que las autoridades prevén que únicamente 57 mil hondureños y 2 mil 550 nicaragüenses habrían gestionado la extensión del beneficio.

El TPS para unos 260 mil salvadoreños, el grupo más numeroso de todos los beneficiarios, vence en marzo.

La protección migratoria temporal actualmente incluye a 435 mil nacionales de nueve países afectados por conflictos o desastres naturales, que residían en territorio estadunidense, con o sin papeles, en el momento en que sus países recibieron la designación.

Si bien el estatus fue concebido como una solución temporal, fue renovado durante los gobiernos de George W. Bush y Barack Obama por temor de que esos países no pudieran acoger a tanta gente.

Desde que llegó a la Casa Blanca, el gobierno de Trump eliminó la protección para Sudán y concedió a 60 mil haitianos una extensión de solo seis meses y no los 18 habituales desde el devastador terremoto de 2010.

Duke explicó este lunes que Nicaragua no solicitó una extensión del TPS, pero Honduras y El Salvador cabildearon intensamente a favor de extenderlo, advirtiendo que un retorno repentino de grupos tan numerosos complicaría la meta de mejorar la calidad de vida en sus países, lo que a su vez podría incrementar el flujo migratorio ilegal hacia Estados Unidos.

Partidarios de extender el TPS alegan que su eliminación afectará la vida de familias plenamente integradas a la sociedad estadunidense aun cuando sus países natales continúan complicados.