Ayer se publicó en varios medios que la inflación en México en noviembre fue la más alta en 16 años, 6.63%, producto del incremento del gas y de la gasolina. Si de por sí a Meade, en Hacienda, le asignan gran parte del «gasolinazo» de enero pasado, este hecho conjuntado con las molestias que hay en muchos hogares mexicanos por el aumento desproporcionado este año en el precio del gas doméstico, más el incremento en las gasolinas para que le entren inversionistas extranjeros, no va a posibilitar que el PRI y su candidato salgan del tercer lugar con el que inician las contiendas políticas. Lo de las gasolinas lo va a subsidiar el gobierno hasta el día de la elección ¿y después?