El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Otto Granados insistió que toda Reforma Educativa toma su tiempo, sobre todo si es sistémica y estructural, “¿qué quiere decir esto? Que su interrupción, su reversión sería un grave daño no para la reforma, sino para los niños de México”.
En el marco de la 29 reunión de embajadores y cónsules de México, el funcionario federal comentó que la reforma mexicana es la que ha mostrado mayores avances, “no exenta de conflictos, complejidades técnicas, institucionales y políticas, de interpretación normativa, influye mucho los cambios de énfasis de voluntad política de los gobiernos y de los líderes políticos, pero es evidente que está reforma está bien diseñada y formulada”.
Aseveró que el éxito de la reforma dependerá de una sostenibilidad a lo largo del tiempo, destacó que el nuevo sistema de gobernanza generado por la reforma debe funcionar cada vez más eficaz.
“El papel de los actores sub nacionales, particularmente las autoridades educativas estatales es central, recuerden ustedes que la educación básica esta descentralizada desde 1993, las asimetrías de velocidad, énfasis, de voluntad política y de entusiasmo con la reforma explican naturalmente las asimetrías en el éxito educativo que los estados están teniendo”, resaltó.
Por otra parte Granados señaló que van a demandar un presupuesto creciente, sostenido y focalizado al 2030, “hemos terminado recientemente a finales del año pasado un análisis ilustrativo de por dónde orientar las prioridades presupuestales en los próximos 10 o 12 años, de tal manera que estén plenamente asociadas a los componentes de la reforma, eventualmente, siempre se va a requerir más dinero, mejorar la arquitectura presupuestal de lo que hoy ya tenemos puede ser tan importante como un aumento gradual”.
En su intervención el Canciller Luis Videgaray dijo que no se debe olvidar que dicha reforma es un logro extraordinario de los mexicanos, “no de alguien en particular, pero es un logro colectivo fundamental y transformacional”.
