«Cada 15 de enero me acuerdo que ese día murió el Padre Bernardo Villarreal («El Cantor Lírico de Coatepec», lo llamaba el Padre José Zilli). El Padre Villarreal fue un sacerdote que dejó huella en Coatepec y marcó positivamente la vida de muchos de sus habitantes. Mi madre Maye Polanco tuvo una gran amistad con él. Felipe Hakim escribió en «Crónica del Poder», con motivo de mi cumpleaños, que mi madre era una gran cocinera, y siempre que ella cocinaba chiles rellenos le mandaba al Padre Villarreal una buena dotación para que los disfrutara y Nico quien cuidaba al sacerdote- vivió más de 90 años-, los refrigeraba y se los iba administrando poco a poco». Lo escribe Rubén Monzón Polanco en «El Regional» de Coatepec.