De acuerdo al INE, el año pasado los partidos se quedaron con mil millones de pesos del dinero que recibieron y no gastaron. A partir de este año, peso que no comprueben, no gasten o no utilicen, tendrán que devolverlo a la Tesorería de la Federación. Se acabó parte del negocio de las franquicias». Eso publica Joaquín López Dóriga en «Milenio».