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EFE

Los obispos del País Vasco, Navarra y País Vasco francés pidieron hoy perdón por las “complicidades, ambigüedades y omisiones” ante la violencia del grupo armado Patria Vasca y Libertad (ETA).

Los obispos de Bilbao, Pamplona-Tudela, Vitoria, San Sebastián y Bayona (País Vasco francés) expusieron su posición ante el comunicado de ETA de este viernes en que reconoce el daño causado en sus décadas de lucha armada, y cara a su disolución que se anunciará a inicios de mayo.

“Además del inmenso y prolongado sufrimiento infligido por la violencia, nuestro pueblo ha padecido un daño espiritual y social incalculable, provocado por las ideologías totalitarias e idolátricas que alimentaron el fenómeno terrorista”, destacaron.

Los obispos aseguraron que “la deseada disolución de ETA ofrece nuevas posibilidades para la normalización, que debieran de ser aprovechadas por todos”.

“Pensamos en la oportunidad de atender las peticiones de los familiares de los presos inmersos en diversas necesidades humanitarias. También es importante que el retorno de los excarcelados a sus lugares de origen se realice de forma que las víctimas del terrorismo no se sientan humilladas”.

Asimismo, señalaron que “la clave de la paz y la reconciliación está en la sinceridad del corazón humano y solamente desde la humildad puede construirse la paz en la justicia”.

“La verdadera reconciliación solo es posible si existe un auténtico arrepentimiento y una sincera petición de perdón; además de una disposición real a reparar el mal causado en la medida de lo posible”, precisaron.

En su comunicado, manifestaron su “solidaridad de una forma especial con todas las víctimas de la violencia y con sus familiares”.

Expusieron que de modo especial se recuerda aquellas víctimas “cuyos atentados no han podido todavía ser esclarecidos y padecen el sufrimiento añadido de la impunidad; su memoria y la oración por ellos debe estar siempre entre nosotros”.

El comunicado lo firman los obispos de Pamplona y Tudela, Francisco Pérez; el de Bilbao, Mario Iceta; de San Sebastian, José Ignacio Munilla; de Vitoria, Juan Carlos Elizalde; el de Bayona Marc Aillet; y el obispo auxiliar de Pamplona, Juan Antonio Aznárez.