En este día, 22 de abril de 2018, celebramos el Cuarto Domingo de Pascua, también llamado del Buen Pastor, Ciclo B, en la liturgia de la Iglesia Católica. El pasaje evangélico de hoy es de San Juan (10, 11-18) en el cual Jesús se dirige a los fariseos diciendo: “Yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida por sus ovejas”. Enseguida, les manifiesta que el asalariado no es pastor ni dueño de las ovejas por lo cual, ante la presencia del lobo, abandona las ovejas y huye porque no le importan las ovejas sino la paga que va a recibir. Jesús se presenta como el buen pastor porque conoce a sus ovejas y ellas lo conocen a él, así como el Padre conoce a Jesús y él conoce al Padre. Jesús afirma que él da la vida por las ovejas y que el Padre lo ama porque da su vida para volverla a tomar. Reafirma que nadie le quita la vida, sino que él la da porque quiere y que tiene poder para darla y para volverla a tomar. Jesús concluye diciendo que ese es el mandato que ha recibido de su Padre. La figura del pastor era muy familiar en la tradición de Israel. Moisés, Saúl y David habían sido pastores. Al pueblo le agradaba imaginar a Dios como un pastor que cuida de su grey, la alimenta y la defiende. Con el tiempo, el término pastor se utilizaba para designar a los jefes del pueblo, aunque muchas veces no se parecían ni actuaban como Dios que cuidaba y velaba por todas las personas.

Necesidad de un guía. Para los primeros creyentes, Jesús no era sólo un pastor, sino el verdadero y auténtico pastor, el único líder capaz de orientar y dar vida al ser humano. Esta fe en Jesús como verdadero pastor y guía adquiere una actualidad nueva en una sociedad masificada como la nuestra, donde las personas corren el riesgo de perder su propia identidad y quedar aturdidas ante tantas voces y reclamos, ante tantas modas fuertemente publicitadas por los medios de comunicación y las redes sociales. Los cristianos creemos que sólo Jesús puede ser el guía definitivo del ser humano. Seguir a Jesús como buen pastor es interiorizar las actitudes fundamentales que él vivió, así como esforzarnos para vivirlas hoy desde nuestra propia originalidad y proseguir la tarea de construir el reino de Dios que él comenzó. Sin embargo, mientras la televisión y las redes sociales sustituyan a la reflexión y meditación, el ruido y el entretenimiento al silencio interior y a la oración, así como la sumisión a la moda por encima de la propia conciencia, resulta muy difícil que escuchemos la voz del buen pastor, en esta sociedad consumista que despersonaliza y esclaviza a todos sus fervientes seguidores. Jesucristo, el Buen Pastor, es el líder modelo para todos los que tenemos a nuestro cargo y responsabilidad a otras personas: los padres de familia, los maestros, los jefes de personal, los gobernantes y los que desempeñan cargos públicos, los sacerdotes, los obispos y el Papa. La plena realización de nuestro pastoreo, de nuestro liderazgo, se califica por la capacidad de dar la vida por los demás, por el conocimiento cercano y el amor a las personas que se nos encomiendan, así como por la preocupación eficaz por aquellos que no pertenezcan a nuestro propio rebaño. Todos hemos de ejercer nuestro liderazgo con responsabilidad, humildad, cercanía y misericordia.

Las Vocaciones. Hoy se lleva a cabo la Jornada Mundial de oración por las vocaciones, especialmente por las vocaciones al Sacerdocio Ministerial, a la Vida Consagrada y al Laicado comprometido en el matrimonio, en la educación, el trabajo, la empresa, la política y en los ministerios laicales. Esta Jornada fue instituida por el Papa Pablo VI hace 55 años y, desde entonces, los Papas ofrecen un Mensaje anual sobre el tema. En esta ocasión, el Papa Francisco titula su Mensaje así: Escuchar, discernir y vivir la llamada del Señor. Estos tres aspectos, escucha, discernimiento y vida, encuadran también el comienzo de la misión de Jesús, quien, después de los días de oración y de lucha en el desierto, acude a su sinagoga de Nazaret, y allí se pone a la escucha de la Palabra, discierne el contenido de la misión que el Padre le ha confiado y anuncia que ha venido a realizarla ‘hoy’ mismo.

+Hipólito Reyes Larios
Arzobispo de Xalapa