Don Felipe Hakim Simón fue un hombre serio, pero con buen sentido del humor, honesto, fiel, responsable, trabajador, buen amigo y jefe de familia. Recomendaba seguir la «regla de los tres ochos»: ocho horas para trabajar, ocho horas para la distracción y la convivencia con familiares y amigos, y ocho horas para dormir. Bueno para el comercio, vendía seguros y también autos usados y su máxima era: «la utilidad está en una buena compra». Era gran conversador, múltiples amigos nos recuerdan las buenas pláticas que tenían con él en la calle de Enríquez, cerca de su despacho.. Nos decía: «cuando lleguen a viejos, podrán contar a sus verdaderos amigos con los dedos de una mano». Metódico como pocas personas. Sus hijos: Ivonne, Miguel y Felipe, además de su esposa Ivonne, de 95 años- que tanto lo quiso-, lo recordamos con gran cariño y gratitud. ¡Agradecemos a Dios por darnos tan buenos padres!