José Angel Linares, ciego de nacimiento, tiene un trabajo formal y sus pacientes del Hospital Pediátrico de Tacubaya, en CDMX, reducen la secuelas tras un accidente. «Hay que darles terapia para que salgan adelante.. cuando cierran las cicatrices me los pasan», explica. Atiende, sobre todo, a niños con quemaduras de primer y segundo grado. También enseña a los padres de familia la técnica para que la pongan en práctica en sus hogares y la recuperación de los menores sea más rápida. La nota es de Dalila Sarabia en «Reforma».