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Reforma/Edgar Contreras

Canta ¡Y no llores! Ahora sí, ¡que no pare la fiesta! Hoy los mexicanos no duermen en Moscú, y en México tampoco.

Una de las páginas más brillantes y emotivas en la historia del Tricolor en la Copa del Mundo se escribió hoy en el Estadio Luzhniki luego de que el Tricolor le pegó 1-0 al vigente campeón Alemania en su debut en Rusia 2018.

Por amor a ganar y no por el temor a perder, un gol de Hirving Lozano al 35′ le dio a México el triunfo más resonante, ese del que se hablará una y otra vez y con el que dio un golpe de autoridad.

¿O quién imaginó al portero Manuel Neuer quedándose como delantero en los últimos minutos del partido? La escena final de Javier Hernández emocionado hasta las lágrimas, una que se multiplicó en las gradas del Luzhniki, en cada rincón de Moscú, en cada pedazo de la tierra donde haya un mexicano clamando por el Tricolor.

Los seleccionados y Juan Carlos Osorio advirtieron que éste era el juego de sus vidas y así lo entendieron, mordiendo en cada terreno, jugándose el físico en cada acción, generando varias ocasiones de gol frente al marco de Manuel Neuer, dañando a Alemania, pero también sabiendo sufrir.

México dio sensaciones de peligro desde el primer minuto, con Hirving Lozano ahogando el grito de gol por la barrida de Jerome Boateng, con un brillante Carlos Vela que con sus pases filtrados metía en aprietos a la zaga alemana, con un impresionante Héctor Herrera mostrando sus dotes de crack y rompiéndole la cintura a gigantes de la talla de Toni Kroos y de Sami Khedira, con un extraodinario Guillermo Ochoa, con cada seleccionado dejando el alma, entendiendo que para trascender hay que sudar como hoy lo hicieron porque incluso debutantes como Jesús Gallardo y Hugo Ayala fueron unos robles a la defensiva.

México se impuso en la cancha con la autoridad con la que lo hizo en las gradas. Miles de mexicanos convirtieron el Luzhniki en una sucursal del País. También ahí fueron irreverentes porque se atrevieron a corearle «oles» a los vigentes campeones, que claro que amenazaron con los tiros al poste de Toni Kroos y ese de Julian Brandt al 89′ que por poco y casi provoca un paro cardiaco a cada compatriota.

Y si faltaban ingredientes para hacer este partido memorable, Rafael Márquez entró oficialmente al club de los «Cinco Copas» cuando al 73′ entró por el gallardo capitán Andrés Guardado.

El «Chucky» anotó en su primera Copa del Mundo en una imagen que refleja lo que fue el partido. Héctor Herrera ganó una pelota en defensa jugándose el físico, Héctor Moreno cedió rápido a Javier Hernández quien de primera tocó para Guardado y éste devolvió, antes de que el «Chicharito» habilitara a Lozano y este le rompiera la cintura a Mesut Ozil antes de poner a todo México a cantar, a celebrar, a dar inicio a esas fiestas que sí quiere el País, que unen a todos, que dan rienda al «Cielito Lindo» y a todo el amor del mexicano por este deporte.